La conferencia inaugural del Año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social ha servido de escenario a Zapatero para volver a criticar, sin citarla, la propuesta del Ayuntamiento de Vic, que ya ha abandonado de no empadronar a los inmigrantes en situación irregular.
Ante la mirada del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, y del ex presidente Felipe González, presidente del Grupo de reflexión sobre el futuro de la UE, Zapatero ha recordado que la UE está cimentada sobre un modelo propio de bienestar social, con sistemas de sanidad universal, educación gratuita y seguridad social, «políticas universales para todas las personas».
«La lucha contra la exclusión social no responde solamente a un paradigma ético, también a una arraigada y certera convicción, ha insistido.
Durao Barroso ha calificado de «intolerables» las cifras de pobreza en Europa (16% de la población) y ha advertido de que el reto actual, en este momento de crisis, es «evitar una recuperación sin empleo».
Opciones ambiciosas
«Sólo con opciones ambiciosas podemos los europeos salir reforzados de la crisis, ha apuntado Barroso, quien ha pedido el compromiso de todos los países para reducir el riesgo de exclusión social y ha apelado a la «movilización general» de todos los europeos para acabar con «la vergüenza de la pobreza». Zapatero ha reconocido que los efectos de la grave crisis económica se sufrirán «durante bastante tiempo» y ha apostado por reforzar los instrumentos europeos.
Como presidencia de turno, ha explicado apoyará a la Comisión para desarrollar la agenda social europea, mejorar las políticas activas de empleo e impulsar desde Europa programas de inclusión activa que combinen el apoyo a las rentas mínimas, con la vinculación al mercado laboral.
Como hizo el miércoles ante el Parlamento Europeo, Zapatero ha abogado por un pacto social entre las instituciones europeas, las organizaciones empresariales y los representantes de los trabajadores para apoyar la Estrategia 2020, que debe marcar las nuevas pautas de crecimiento de la UE.
El Año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social se centrará en los colectivos con mayor riesgo de exclusión, mayores, discapacitados y gitanos.
Abrir «un debate sereno»
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, urge al presidente del Gobierno a abrir «un debate sereno» sobre la inmigración, que afronte la cuestión con realismo y que fomente una integración con derechos, pero también con deberes.
Tras participar en la Diputación Permanente del Congreso, que sustituye al pleno de la Cámara en periodos inhábiles, Sáenz de Santamaría se ha mostrado partidaria de trabajar por una ordenación legal de los flujos migratorios y una lucha decidida contra las mafias y contra los que explotan a los inmigrantes ilegales.
A su juicio, «lo que debe hacer un gobernante, y en este caso lo que debería hacer Zapatero, es abrir un debate sereno sobre esto».
Sáenz de Santamaría ha hecho notar además que la última reforma de la Ley de Extranjería, en la que no se admitió ninguna enmienda de las 60 planteadas por el PP y que «se cerró con un pacto» del PSOE y CiU, «ha quedado superada y desacreditada inmediatamente, porque estos dos partidos son los dos protagonistas de la polémica en el Ayuntamiento de Vic (Barcelona).