En la visita de octubre pasado del Dalai a EEUU, Obama, en un gesto hacia China, no se reunió con el también galardonado con el premio Nobel de la Paz (1989), siendo el primer presidente estadounidense que no concede ese privilegio al líder tibetano. Sin embargo, el mandatario estadounidense envió una delegación gubernamental a Dharamsala (sede del gobierno tibetano en el exilio) y prometió un encuentro con el Dalai Lama, posterior al que lleve a cabo con los líderes chinos.
La advertencia llevada a cabo por China se produce tras un incremento de tensiones entre ambas potencias, después de que Pekín suspendiese hace cuatro días sus intercambios militares con EEUU en respuesta al plan de Washington de vender armas a Taiwán.
Durante la rueda de prensa, el subdirector del departamento afirmó que no ha habido progresos en la reciente ronda de diálogo con los enviados del líder tibetano en China. «De la misma forma que en las anteriores rondas de negociaciones, nuestras posiciones están muy divididas» y «durante el diálogo los representantes privados del Dalai Lama se negaron a ‘revisar una sola palabra'» del memorando presentado en 2008.
La delegación del Dalai Lama viajó a China la semana pasada para entablar conversaciones con las autoridades del gigante asiático tras un lapso de quince meses, y en la que sería la novena ronda de diálogo entre los tibetanos y las autoridades chinas desde el inicio del proceso, en el año 2002.
Hasta el momento, ninguna de las rondas de diálogo chino-tibetanas ha supuesto avances significativos en el contencioso que enfrenta a China con los líderes tibetanos en el exilio, albergados en la India. El líder tibetano y premio Nobel de la Paz en 1989 busca una mayor autonomía para el Tíbet y un aumento del territorio comprendido en la región, y el Gobierno chino sigue considerándolo un separatista.
Pekín considera que la región autónoma del Tíbet cubre apenas 1,2 millones de kilómetros cuadrados en el suroeste del país, mientras que círculos próximos al líder tibetano incluyen en su nación zonas de otras provincias chinas donde viven tibetanos, que se extienden por al menos otro millón de kilómetros cuadrados.
Entre esas zonas se incluye la estratégica provincia de Qinghai, en la que nació el actual Dalai Lama y donde brotan tres de los principales ríos de Asia: el Yangtsé, el Amarillo y el Mekong. El Dalai Lama huyó al exilio en 1959, tras el fracaso de una rebelión contra la ocupación del Tíbet, en la que murieron unos 87.000 tibetanos.
Actualmente vive en la ciudad de Dharamsala (India), donde lidera el llamado gobierno tibetano en el exilio.