También reconoció que existen «comentarios apocalípticos que en nada benefician a nuestro país» y que, aunque la crítica es importante, «estamos viendo que hay un ataque, con claridad, al euro y hay que dar una respuesta».
En este sentido, explicó que la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, viaja hoy a Londres para mejorar la percepción que se tiene de España en el exterior.
En ese viaje, dijo, «vamos a hacer una labor de pedagogía, dado que España es un país con grandes posibilidades que «puede y va a salir de la crisis».
Para Blanco, la situación en nuestro país es excepcional, pero no diferente a la de otros países de la zona del euro, salvo por el estallido de la burbuja inmobiliaria, que recordó tuvo su máximo exponente durante el Gobierno de Aznar.
No obstante, «tenemos una parte de responsabilidad e intentamos cambiar el modelo productivo, porque «nos hemos dado cuenta de que habría que haber ido más deprisa en el cambio del modelo productivo».
El responsable de Fomento insistió en que la confianza en un país no sólo la genera el Gobierno y apeló al sentido patriótico para reconocer que la embestida de la crisis ha hecho variar los ritmos de ajuste porque «se ha generado más déficit del previsto».
Justificó así la propuesta de la reforma del sistema de pensiones para garantizar su pago en el futuro y dijo que habrá que corregir no sólo la posible ampliación de la edad de jubilación, sino también el abuso de las prejubilaciones.
Sobre los sindicatos dijo que tienen una posición legítima, pero que hay que corregir algunas situaciones y recordó que el fondo de reserva se ha incrementado de 12.000 millones a 60.000 millones, que se han incrementado en un 33% las pensiones mínimas y que aún hay que aumentarlas más.