En la entrada de la planta automovilística, Arceiz indicó que el pleno del comité de empresa se reunirá el próximo miércoles para decidir si negocia o no la salida de estos trabajadores.
La dirección de GM precisó a la comisión permanente del comité que los 900 despidos pueden producirse de la manera tradicional, inminentemente y con indemnizaciones, o de forma negociada, y les adelantó que tiene una propuesta que puede satisfacer la pretensión de la mayoría del comité de que no haya despidos traumáticos.
Para que esto sea posible, según la empresa, es necesario hacer cambios en el convenio colectivo y para darle validez, si hubiera acuerdo, será preciso trasladarlo a la mesa negociadora del convenio, según explicó Arceiz.
La compañía pidió al comité que responda si hay una mayoría que quiere conocer esa propuesta y negociarla y, si no la hubiera, planteará una reestructuración tradicional.
El próximo miércoles presentará el expediente que afectará a los 900 trabajadores y la ampliación del ERE actualmente en vigor ante la autoridad laboral.
Tras el encuentro con la dirección, el comité acordó posponer hasta el miércoles su decisión sobre si negocia o no la salida de los 900 trabajadores y cada sindicato representado en el comité (UGT, CCOO, CGT, OSTA, USO y Acumagme) presentará sus propuestas concretas para tratar de alcanzar el mayor consenso posible, apuntó Arcéiz.
Preguntado por si la empresa tiene ya una lista de las 900 personas que podrían ser despedidas, precisó que la dirección informó de que tiene una propuesta que «podría estar en línea» con la demanda de la mayoría del comité de que no haya despidos «traumáticos».
«Esa propuesta, hoy por hoy no la conocemos, subrayó Arcéiz, quien hizo hincapié en que el comité no puso «ni nombre ni apellidos» a las personas que podrían salir de la planta y que lo que quiere es que los despidos sean socialmente responsables.
Reconoció que este lunes el comité esperaba que la empresa presentara la memoria de los dos expedientes, pero la dirección decidió conocer previamente «si va a haber un interlocutor al otro lado de la mesa para negociar».
La dirección justificó esos expedientes, según Arcéiz, en la necesidad de ajustar el volumen de producción actual de la planta al de trabajadores, ya que en los próximos dos o tres años no espera que se pueda superar la producción de 400.000 vehículos al año -este año está fijada en 333.000-, con lo que se trata de un ajuste de personal «local».
Por su parte, la secretaria de comité, Ana Sánchez, precisó que con la presentación de los expedientes ante la autoridad laboral se abrirá el periodo legal de consultas, de un mes, aunque si hay negociación podría ampliarse.
En cuanto a las modificaciones del convenio colectivo que requería el despido de los trabajadores de una forma socialmente responsable, Sánchez comentó que el comité podría llegar a acuerdos con la empresa si eso permite una salida de los empleados de una forma «progresiva y no traumática».