Éstos serán los encargados últimos de extraer los restos, que se encuentran a gran profundidad en el fondo de un pozo situado en el interior de una casa abandonada en las inmediaciones de la carretera GC-100, que une el Valle de Jinámar con Las Palmas de Gran Canaria, anticiparon fuentes policiales.
La Policía Nacional mantiene alrededor de la casona abandonada un cordón de seguridad que estableció desde el viernes y cuyo perímetro se amplió este domingo.
En esa jornada el comisario provincial de Las Palmas, Fidel González, se desplazó a la zona para preparar los trabajos iniciados en la mañana de este lunes.
El pozo está en el interior de una casona abandonada del siglo pasado que primero fue una finca de explotación agrícola y en los años ochenta fue utilizada por su pozo de agua para trabajos relacionados con la construcción, según han indicado vecinos de Jinámar.
La zona donde se han hallado estos restos es uno de los «puntos» marcados por la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional para tratar de localizar a Sara Morales, que tenía 14 años cuando desapareció.
Las fuentes han insistido en que nunca se ha dejado de trabajar en el caso y que, tras buscar durante varios días y sin éxito en un solar situado en las inmediaciones de un centro comercial de las afueras de Las Palmas de Gran Canaria a petición de la madre de la niña, Nieves Hernández, la Policía continuó su trabajo en Jinámar.