Según explicó Belén Costas, partieron «con miedo» porque los ataques de piratas «continúan» en la zona, pero reconoció que viajaron «un poco más tranquilos» por las nuevas medidas de seguridad que se tomaron tras el secuestro del barco, como la presencia de personal de seguridad privada.
«Van con miedo, pero es lo que hay, los piratas están ahí, pero tienen que trabajar», aseguró la mujer de Joaquín Fernández.
Los marineros tomaron este domingo un avión en el aeropuerto vigués de Peinador para trasladarse a París, ciudad desde la que cogieron otro vuelo hacia Madagascar.