«Tendremos que tomar algún tipo de decisión para pensar la presencia de las autoridades de la Comunitat en este acontecimiento por el desprecio que se ha hecho hacia el máximo representante de todos los valencianos», asegura la alcadesa.
Según Barberá, esta situación supone «un nuevo agravio» del Gobierno hacia Valencia, ya que «han sido muchas las veces que se ha dado de lado protocolariamente al president».
«Si es verdad que -la razón por la que no se le ha invitado- es porque es varón, entonces no sé qué hace aquí mañana el presidente del Gobierno», dijo en alusión a la intervención de Jose Luis Rodríguez Zapatero en la clausura de este acto.
El hecho de que Zapatero clausure este acto supone una «marginación» y eleva a una «mayor dimensión» el «desprecio» hacia el president de la Generalitat, a juicio de la alcaldesa.
«Marginación»
Según Barberá, esta «marginación» no ha sido únicamente hacia Camps, sino «hacia las conselleras y las concejalas», ya que únicamente algunas de ellas recibieron este viernes «la noticia de que tenían que venir».
Barberá, «como representante democrática de los valencianos», lamentó «profundamente» que el Ejecutivo central intente imponer su «ideología» a este acto, enmarcado en la Presidencia española de la Unión Europea.
«Es como si la Presidencia española fuera solo de los socialistas; es un agravio más», ha reiterado la alcaldesa.
Por otra parte, Barberá asegura que invitó a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde -que también asistió al encuentro-, a que visite el barrio del Cabanyal y que ésta le dijo «que no».
«Le he dicho que no sabía lo que había hecho -en referencia a la orden ministerial que paralizó las obras de reforma de este barrio por expolio- y que me acompañara a ver el barrio, y también le he informado de que estoy estudiando una demanda por prevaricación», contó Barberá, quien asegura que «cuando viene el Gobierno» se le «amontona la faena».