La manifestación finalizó en la misma Puerta del Sol, junto a la emblemática estatua del Oso y el Madroño, enfrente de la sede del gobierno regional, donde se montó un pequeño escenario para posteriormente proceder a la lectura de un manifiesto.
La escritora Ruth Toledano señaló que «las prácticas culturales que involucran la tortura de animales son inaceptables. No disfracemos su brutalidad e inhumanidad: se trata de signos de barbarie y éticamente no puede considerarse un bien de interés cultural».
Y por este motivo, además, un llamamiento: «la supresión de las corridas de toros», para que «pueda avanzarse hacia una reconsideración profunda de la relación entre el ser humano, el resto de animales y la naturaleza. No debemos apoyar prácticas sociales que legitiman la violencia, algo incompatible con el progreso moral en las mentalidades y no es compatible con la supervivencia de nuestra especie en la Tierra», dijo Toledano.
Por último, Toledano añadió también que «una gran mayoría de españoles no quieren toros. Las encuestas hablan por si solas, y un setenta por ciento se muestra contrario a este acto de barbarie», por lo que denunció a continuación «la indignación que produce que cada uno de nosotros destine cuarenta y siete euros en la declaración de la Renta para toros».
Aunque han sido alrededor de medio centenar las asociaciones y grupos políticos los que han estado representados en la manifestación de este domingo, sin embargo, fueron sólo dieciséis las convocantes, cuya relación es la siguiente: Amnistía Animal, Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), Adda, Alba, Anima naturales, Asociación Nacional para la Protección y Bienestar Nacional (ANPBA), CAS, Ecologistas en Acción, Equanimal, Faada, FAA, Fadam, Feba, Libera y el partido antitaurino PACMA.