García Arrieta y Yáñez Ortiz de Barron fueron arrestados en el norte de Portugal tras huir de la policía española cuando trasladaban hacia este país una furgoneta con explosivos y material para fabricarlos y existe también sobre ellos una orden de entrega a España, ya aceptada por la Justicia portuguesa.
No obstante, la defensa de los supuestos terroristas recurrió este dictámen al Tribunal Supremo luso que espera pronunciarse en abril, según confirmaron a EFE fuentes de este organismo.
García Arrieta es sospechoso en Portugal por los delitos de robo de vehículo y terrorismo, mientras que a Yáñez Ortiz de Barron se le imputan delitos de falsificación de documentos y adhesión y apoyo al terrorismo.
Paralelamente a la entrega de los sospechosos, el TCIC decidió el pasado febrero inhibirse de juzgar a ambos por los delitos que se les imputan en territorio luso en favor de la justicia española, decisión recurrida por la defensa de los supuestos miembros de ETA y que aún espera una resolución.
Andoni Zengotitabengoa
Hay otro presunto etarra arrestado en Portugal, Andoni Zengotitabengoa, a quien se le acusa de instalar un almacén de explosivos de la banda terrorista ETA y cuyo proceso está en fase de estudio por la Justicia portuguesa.
En la reunión se acordó crear dos subgrupos de trabajo que se encargarán, respectivamente, de la lucha contra el terrorismo y de perseguir el crimen organizado internacional.
En rueda de prensa los secretarios expresaron la gran colaboración existente entre las fuerzas de seguridad de ambos países, que ha permitido desmantelar un almacén con alrededor de una tonelada de explosivo de ETA en la ciudad lusa de Obidos y detener a tres presuntos miembros de la organización terrorista.
Arranca el Grupo de Cooperación Policial
Por otro lado, Portugal y España han puesto en marcha este jueves el Grupo de Cooperación Policial (GCP) para perseguir la delincuencia y acabar con la presencia en suelo luso de ETA, que según Lisboa aún tiene «estructuras de apoyo» en este país.
El secretario de Estado español de Seguridad, Antonio Camacho, y el secretario general de Seguridad Interna de Portugal, Mario Mendes, presidieron en Lisboa la primera reunión del GCP, creado por un acuerdo que suscribieron ambos el pasado 23 de febrero en Madrid.
Camacho, que prefirió no dar detalles sobre el trabajo de las fuerzas de seguridad, señaló el error de ETA al pensar que «Portugal era un buen sitio para esconderse». «Ahora saben que no es verdad», subrayó el secretario de Estado español, que consideró «clara» la pretensión de la organización terrorista de establecerse en este país.