La sanción impuesta a RBS, inicialmente fijada en unos 37,5 millones de euros, fue reducida a su cuantía definitiva por la voluntad de cooperación del banco.
La investigación del regulador británico reveló que varios empleados de RBS informaron de manera unilateral a sus competidores de Barclays sobre los precios futuros de determinados productos y servicios, lo que provocó cambios en la política de precios de Barclays.
La OFT fue informada de esta circunstancia por el propio Barclays, que bajo la política de indulgencia de la institución no pagará ninguna multa ya que al ser la propia entidad la que tomó la iniciativa de informar de los hechos puede beneficiarse de inmunidad.
«Cualquier empresa que revela información confidencial sobre futuros precios a sus competidores se arriesga a una multa considerable. Es importante que las compañías que operan en Reino Unido comprendan la gravedad de tal conducta y garanticen el cumplimiento efectivo de las reglas de competencia», dijo el miembro de la OFT Ali Nikpay.