El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó este sábado que España tiene que «aprender» algunas «lecciones» de los problemas financieros que atraviesan Grecia y Hungría, y acometer una serie de reformas para evitar que esas dificultades se repitan en nuestro país.
Rajoy, quien este sábado participó junto con el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, en el acto de presentación de los candidatos de la provincia de Almería a las próximas elecciones municipales, dijo que las primeras «lecciones» que debe «aprender» España son «que no se debe ocultar nada la realidad» y que «hay que decir la verdad por dura que sea».
Además, «hay que ser austero y no se puede gastar por encima de las posibilidades del país, y hay que hacer un plan nacional con reformas para que no nos ocurra lo que a otros».
«Esas son las lecciones que tenemos que aprender de Hungría y de Grecia, remarcó el líder de la oposición.
«En libertad vigilada»
Rajoy lamentó que España se haya convertido en un país «en libertad vigilada» y que ahora reciba «órdenes» del exterior, algo que, según dijo, «no había ocurrido nunca en la historia de España» y no volverá a repetirse con un Gobierno del PP porque su partido sabe «hacer bien las cosas».
«Es injusto que la gente que no tiene la culpa pague los descomunales errores de un Gobierno. Los pensionistas, los que no pueden trabajar, los empresarios con dificultades para acceder a un crédito, los autónomos y los funcionarios no tienen la culpa de lo que pasa en España, advirtió Rajoy.
El culpable es el Gobierno, dijo, que no quiso escuchar «ni las advertencias ni las alternativas» del PP.
No obstante, dijo que «hay razones para la esperanza» porque su partido va a afrontar el cambio político en España y «sabe qué cosas hay que hacer, como, por ejemplo, «ser austero y no gastar lo que no se tiene, enfatizó.
Medidas propuestas por el PP
Entre las medidas que hay que afrontar para recuperar la senda del crecimiento y la creación de empleo, Rajoy remarcó la necesidad de afrontar una reforma laboral «que ha estado dos años parada» mientras 2,5 millones de personas han perdido su trabajo, apuntó.
Además, dijo que España necesita reformas del sistema educativo, del modelo energético -«sin perjuicios ideológicos»- y del sistema financiero.
«Es difícil gobernar, pero es imposible hacerlo peor de lo que hemos visto en los últimos años. El PP podrá acertar o no, pero esto no hubiera pasado, ni va a pasar en el futuro, indicó.
Durante su intervención ante cerca de 5.000 personas, según la organización del acto, el presidente del PP se mostró «seguro» del cambio político tanto en Andalucía como en España porque, según dijo, su partido va a «trabajar como nunca para estar con la gente y solucionar sus problemas».
Rajoy remarcó que la Comunidad andaluza «necesita el cambio» porque en estos momentos tiene ocho millones de ciudadanos que son «mucho mejores que sus gobernantes».
Aseguró que en el debate sobre el estado de la Comunidad que se celebrará la semana próxima en el Parlamento andaluz se verán «dos personas y dos proyectos diferentes, el «inmovilismo y el pasado» que a su juicio representa el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el «dinamismo y el futuro» de Arenas. En ese debate, aseguró, «va a ganar el cambio».
Por su parte, Arenas afirmó que «el cambio» que va a protagonizar el PP en Andalucía «va a ser a mejor» porque «está perfectamente estudiado lo que hay que hacer para que reine la confianza».
Avanzó que «lo primero» que hará si llega a la presidencia de la Junta será pedir la recuperación del Plan Hidrológico Nacional y, «antes de que pase un mes, suprimirá el impuesto de sucesiones.
Asimismo, aseguró que gobernará «con el 50 por ciento de los altos cargos» de la Junta, porque le «sobran» la otra mitad, y avanzó que acometerá una gran reforma de la administración y de la educación.