La ley es un «absoluto fracaso» para el control de los perros potencialmente peligrosos, porque se hizo de «forma precipitada» y solo controla al «perro controlado, ha dicho a Efe el presidente de la asociación protectora de animales El Refugio, Nacho Paunero.
Los últimos ataques con víctimas de estos animales crean alarma en las sociedad, pero para Paunero estos hechos «son puntuales y anecdóticos» y obedecen a una serie de circunstancias nefastas que rodean el ámbito del perro.
Desde El Refugio lamentan estos hechos e insisten en que se debería hacer un estudio etológico del perro y su comportamiento, sin olvidar el entorno social y familiar en el que se ha producido el suceso y que tanto determina las relaciones entre hombre y animal.
Los perros necesitan cariño y buenas atenciones tanto físicas como psicológicas que acarrean un equilibrio vital para que su desarrollo en la sociedad sea el adecuado, y cualquier actitud violenta y de maltrato por parte del dueño rompería este equilibrio, que llevaría a que el animal pueda atacar a cualquier persona.
En España veintisiete personas han muerto desde el año 1991, doce de ellas menores de edad, por el ataque de estos perros, preferentemente de las razas Pit-Bull, Bull Terrier o Rotweiler.
«No hay que demonizarlos»
Para la portavoz de prensa de la Asociación para la Defensa de Animales, Noemí Rodríguez, «si un animal no es apto para convivir con una familia, primero se debería intentar educarlo y adaptarlo a ese entorno, pero nunca deberíamos tomarnos la justicia por nuestra mano. No es normal lo que pasa, quizá es casualidad, pero no hay que demonizarlos»
Los desórdenes de conducta de estos perros hay que controlarlos con medidas efectivas desde los criaderos para que haya resultados positivos, porque si esto no se lleva a cabo, cuando ocurre alguna desgracia la medida siguiente es el sacrificio.
La legislación que existe para los llamados perros potencialmente peligrosos es una legislación que se hizo de «forma precipitada» según palabras de Nacho Paunero, y a su juicio no sirve por su absoluto fracaso en el control de estos animales, ya que solo «controlan al perro controlado».
Según El Refugio, se controla a los animales que están en una familia sin problemas e integrados en su ambiente, pero se descuida la vida y actitudes de los perros clandestinos o los perros apartados de la sociedad.
Esta legislación incluye la obtención de una licencia para la tenencia de estos animales, que incluye una serie de requisitos por parte del interesado: mayoría de edad, no tener antecedentes penales, aptitud psicológica adecuada y la acreditación de haber formalizado un seguro de responsabilidad civil a terceros no inferior a ciento veinte mil euros.
Según Noemí Rodríguez, como esta licencia «es cara, muchos propietarios de perros se encaprichan de estos animales, pero obvian lo que conlleva su posesión y eluden el pago al pensar que su perro no tendrá problemas