El paro sigue siendo la principal preocupación de los ciudadanos, al ser citado como principal problema por el 79,9 por ciento en el último barómetro del CIS, que también detecta una subida de 4,1 puntos en las menciones a los problemas económicos, que figuran como segunda inquietud ciudadana.
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado del 4 al 13 de mayo, en una semana muy adversa para la economía y cuando el Gobierno anunció su plan de ajuste, sitúa los problemas económicos en segundo puesto de las preocupaciones, con el 50,9 por ciento, la cifra más alta en un año.
Suben en casi dos puntos las personas que creen que la situación económica general de España es «mala» o «muy mala» (el 76,1 piensa así) y en similar proporción los que vaticinan que dentro de un año será todavía peor, al pasar de un 26,9 por ciento de pesimistas en abril al 28,8 del último barómetro.
Con todo, el alza en la preocupación de los españoles por el desempleo ha sido sólo de dos décimas, ya que en el anterior estudio del CIS se situaba en el 79,7 y ahora pasa al 79,9, sin superar la marca de la década a la que se llegó en febrero, con el 82,9.
Terrorismo e inseguridad ciudadana
A la par, se consolida la tendencia a la baja del terrorismo, al situarse en porcentajes inéditos en los últimos 15 años, en concreto del 9,2, en sexta posición.
Tras los asuntos económicos, el tercer problema para los españoles sigue siendo la clase política y los partidos políticos, citados por 18,8 por ciento, seis décimas menos que el mes anterior, y el cuarto la inmigración, con un 14,1 por ciento, ligeramente superior al 13,3 por ciento de abril.
En quinto puesto queda la inseguridad ciudadana, que aumenta cuatro décimas hasta el 9,7 por ciento.
Los probemas que más afectan
Preguntados por los problemas que más les afectan personalmente, los encuestados siguen mencionando el paro como el mayor de todos (41,5 por ciento), la economía (37,8) y la vivienda (7,9).
Con 2.483 entrevistas personales, el trabajo de campo de este barómetro coincidió con el llamado «jueves negro» del 6 de mayo en las bolsas, la crisis económica griega y el anuncio de las duras medidas de ajuste en España por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el día 12.
En este ambiente, los ciudadanos dibujan un panorama de la economía española algo más pesimista. Si en abril el 74,4 por ciento estimaba que la situación era «mala» o «muy mala, en mayo el porcentaje se eleva al 76,1.
Paralelamente descienden los escasos optimistas, porque si antes un 2,8 por ciento creía que la situación de la economía era «buena» o «muy buena, ahora sólo el 2,4 por ciento piensa así.
De cara al futuro, crece el temor a que las cosas se agraven, ya que en abril el 26,8 mostraba su convicción de que la situación iría a peor y al mes siguiente la cifra repunta al 28,8 por ciento.
Un 19,9 por ciento augura que dentro de doce meses la economía mejorará (antes opinaba de esta manera el 22 por ciento) y el 41,5 por ciento juzga que seguirá igual (antes el 38,4 por ciento).