El presidente de CiU, Artur Mas, se ha mostrado contrario a convocar «en los próximos cuatro años» un referéndum sobre la independencia de Cataluña, porque considera que el país «no está maduro ni tiene una mayoría social clara» para garantizar que esta operación terminará de forma exitosa.
En la séptima y última «DOC Session, un nuevo formato de acto político diseñado como un diálogo con representantes de la sociedad civil, Mas ha defendido la aplicación «sin límites» del «derecho a decidir» de los catalanes, sin poner techo a sus «sueños y utopías, pero ha advertido de los riesgos de ir demasiado rápido.
Para ilustrar estos peligros, Mas ha comparado la historia de Cataluña con un «gran transatlántico» cuyo capitán debe vigilar qué maniobras realiza porque, «por querer ir más deprisa de la cuenta, puede hacer «embarrancar» el buque.
Cataluña se encuentra en un periodo de «transición, desde los últimos 30 años de autonomismo hasta la aplicación del derecho a decidir, pero según Mas hay que procurar que «en esta maniobra no embarranquemos o no llevemos el transatlántico contra las rocas, porque «sacarlo de allí costará mucho».
Su reflexión le ha llevado a afirmar que «en los próximos cuatro años» no es conveniente plantear un referéndum de autodeterminación, por lo que ha descartado que en la próxima legislatura, si él es el presidente de la Generalitat, vaya a satisfacer las ambiciones de ERC de promover una consulta de estas características.
«Un gobierno cojo»
«Nuestro país no está maduro ni tiene una mayoría social clara para hacer una operación de este volumen, ha argumentado Mas, más partidario de empezar a aplicar el derecho a decidir en temas que conciten «mayorías sólidas, como por ejemplo la adopción de un sistema de concierto económico para Cataluña, similar al modelo vasco o navarro.
«Sin cerrar horizontes, manteniendo los sueños y las utopías, en este momento a Cataluña le conviene plantear operaciones importantes de país con garantías de poder ganar. Derrotas ya hemos acumulado unas cuantas, ha remarcado.
A diferencia del referéndum sobre la independencia, que a su juicio «fragmentaría» a la sociedad catalana y acabaría debilitando el catalanismo, Mas cree que, para defender el concierto económico o la gestión catalana de infraestructuras como los aeropuertos, una gran parte del país sí iría a la una.
Mas ha recalcado que «Cataluña tiene derecho y necesidad de administrar sus propios recursos» y, de hecho, desde España no se puede argumentar que el concierto económico «no cabe» en la Constitución ya que el País Vasco y Navarra ya lo aplican.
«Tampoco nos pueden decir que ellos tienen más derechos históricos que Cataluña. La Generalitat nació en el siglo XIV como institución que se dedicaba básicamente a recaudar tributos. Su razón de ser inicial estaba muy ligada a las finanzas, ha añadido. Según Mas, «un gobierno que no recauda los impuestos en su territorio es un gobierno cojo, limitado».