sábado, noviembre 23, 2024
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Usar una crema solar de factor 15 en los primeros 18 años reduciría un 78 por ciento el riesgo de cáncer de piel

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Utilizar una crema solar con un fotoprotector 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo. Así lo han señalado la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), que han aportado una serie de recomendaciones para proteger a los niños de los riesgos del verano.

Ambas agrupaciones han advertido de que el abuso de la exposición solar es un peligro potencial que puede producir manchas, arrugas, cataratas y tumoraciones superficiales a largo plazo.

La doctora Juani Solano, pediatra de la AEPap, ha dicho que los cuidados más importantes en este aspecto son evitar exponer a los niños al sol entre las 12 y las 17 horas, y usar cremas o lociones fotoprotectoras con un factor 15 o mayor en niños de piel clara, pelirrojos, de ojos claros, con pecas o afectos de dermatitis atópica u otras enfermedades de la piel.

Asfixia por inmersión o ahogamiento

Por otra parte, los expertos recuerdan a los padres que la asfixia por inmersión o ahogamiento es una causa frecuente de muerte de los pequeños en verano. Concretamente representa el 8% de la mortalidad infantil en este periodo, especialmente por debajo de los 5 años y en varones adolescentes.

Los ahogamientos son, hoy por hoy, la segunda causa de mortalidad infantil entre los niños de uno a cuatro años y se producen con mayor frecuencia en las piscinas privadas -donde se registra el 73% de la mortalidad asociada- que en las públicas.

Los pediatras señalan que la afluencia masiva a playas, el aumento de piscinas privadas y, sobre todo, las actitudes inadecuadas de los bañistas son las principales causas de este fenómeno «fácilmente prevenible».

Las cifras de incidencia se podrían disminuir iniciando el aprendizaje de la natación en torno a los 4 años y manteniendo una vigilancia activa por parte de los padres, evitando en lo posible prácticas peligrosas como las ahogadillas o los saltos de cabeza, según la doctora Solano.

Incrementar el consumo de agua

La hidratación y la alimentación juegan un papel importante para evitar el golpe de calor y las posibles deshidrataciones, por lo que, según los expertos, es aconsejable incrementar el consumo de agua en los meses cálidos.

El mínimo recomendado diariamente son unos dos litros, cantidad que debe aumentarse en uno o dos litros más si se hace deporte o se permanece mucho tiempo al aire libre.

Lo ideal es beber agua con frecuencia antes de tener sed, proponen las asociaciones de pediatras, así como ofrecer a menudo a los niños pequeños agua y, en ocasiones, alguna otra bebida fresca, tipo zumo natural o leche.

En cuanto a la comida, para prevenir intoxicaciones o infecciones intestinales por comidas en mal estado, es aconsejable tomar productos recién preparados, refrigerar los productos si se van a transportar a la playa, beber agua embotellada y evitar comidas con huevos que se deterioren con facilidad.

Las medidas básicas de higiene como lavado frecuente de manos y el lavado de verduras y frutas, son la advertencia más eficaz y económica para evitar infecciones.

Los médicos apunta que las picaduras son muy frecuentes en la época estival, especialmente durante la noche y al atardecer, por lo que puede ser útil en personas muy sensibles el uso de repelentes naturales en forma de barra o loción, así como enchufes con insecticidas en las habitaciones y mosquiteras en puertas y ventanas.

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