La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que la reforma laboral «está llamada a poner punto y final al mal endémico» de la economía española, de «pagar el precio de las dificultades a costa del desempleo».
En estos términos se ha expresado De la Vega durante la presentación del libro Nacidas el 8 de marzo. El futuro de África tiene rostro Mujer, que se ha celebrado en el Teatro Real, y en la que ha señalado que si algo ha aprendido de las mujeres africanas es que «sólo pierden de verdad quienes claudican antes del final de la partida».
La vicepresidenta primera ha señalado que se necesita confianza «para combatir el pesimismo, la injusticia y la inercia, al tiempo que ha recordado que «todo desafío encierra una oportunidad».
Ha afirmado que el compromiso social crece del compromiso colectivo y «que la irresponsabilidad de unos pocos suele tener un precio muy alto y lo pagamos todos».
Reforma «equilibrada»
Para De la Vega «la opción responsable» es la de tomar decisiones responsables «por duras que resulten» y ponerlas en práctica para superar cualquier dificultad.
Ha subrayado que la reforma laboral tiene tres objetivos muy concretos: «superar la crisis, favoreciendo la creación de empleo, inyectar productividad a nuestra economía y mejorar la competitividad».
En este sentido, ha señalado que «es el momento de que la crisis cristalice en oportunidad» y que todos, agentes sociales y ciudadanos, «saben que es necesario».
A su juicio, es una reforma «equilibrada» para que la economía crezca y genere empleo y para que los ciudadanos tengan «mayores cotas de bienestar».