La dirigente del PSOE Leire Pajín ha dicho a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que la protesta convocada para el día 10 en Cataluña contra el recorte del Estatuto es un ejercicio democrático y le ha advertido de que no va a tolerar lecciones de democracia del Partido Popular.
En una entrevista en Cuatro, la secretaria de organización del PSOE se ha referido así a las palabras de De Cospedal, quien esta mañana ha calificado de antidemocrático y «muy fascista» el comportamiento del presidente de la Generalitat, José Montilla, tras conocer la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Cataluña.
Pajín ha aclarado que la manifestación del próximo día 10 «es un ejercicio democrático que no tiene nada que ver con alterar ninguna regla democrática».
Tras enfatizar que no iba a tolerar que De Cospedal diera a los socialistas «lecciones de democracia», ha recordado a la «número dos» del PP que «la única que ha llamado a la rebelión públicamente de algo aprobado en un parlamento democrático» ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
De ahí que haya invitado a la secretaria general del PP a dirigirse a Aguirre «si tiene algún calificativo».
Su diagnóstico de la situación en Cataluña tras conocerse la sentencia del TC es que en esa comunidad «hacen falta muchas conversaciones, diálogo y sosiego».
Ha querido poner el acento, no obstante, en que ha sido el PP el que recurrió el Estatuto y recorrió toda España intentando enfrentar a unos territorios con otros.
Abundando en este punto ha opinado que «la mayor fábrica de hacer nacionalistas» es cuando «hay confrontación» entre Cataluña y el resto de España.
Preguntada por la subida del IVA que ha entrado hoy en vigor, ha admitido que «a nadie le gusta que le suban los impuestos», pero ha juzgado que «es absolutamente necesario» en este momento y ha apuntado que servirá, entre otras cuestiones, para mantener la protección social a los desempleados.
También ha hablado de una posible remodelación de Gobierno, pero ha sido para recordar que el único que tiene la palabra en este tema es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Por eso, ha apostillado que no da carta de naturaleza a los «rumores y bulos» que la sitúan en el Gobierno en una hipotética reestructuración y ha garantizado que esas historias no la distraen «ni un segundo» de su labor como secretaria de Organización.
No le consta, ha sostenido, que haya compañeros que la quieran sacar de ese puesto, y ha bromeado al contestar, entre risas, que «estaría bien» si Zapatero le diera una Vicepresidencia.
Respecto a las elecciones autonómicas y municipales, ha constatado que el PSOE tiene el mapa «absolutamente claro», pero que también tiene unos procedimientos y unas normas que va a seguir, de tal manera que hasta septiembre no se conocerán los nombres de los candidatos.
En Asturias y Aragón, donde los actuales presidentes socialistas podrían no repetir, ha dejado claro que el PSOE «tiene una trayectoria de gestión política intachable» y que Vicente Álvarez Areces y Marcelino Iglesias son las personas más cualificadas para decidir si quieren seguir o no.