El presidente catalán, José Montilla, se ha salido con la suya y finalmente podrá encabezar detrás de la ‘senyera’ la manifestación del 10-J contra los recortes al Estatut, al tiempo que los ex presidentes Jordi Pujol, Pasqual Maragall, Joan Rigol y Heribert Barrera han apelado al «orgullo» de los catalanes para conseguir que ésta sea masiva. Ha hecho falta finalmente un encaje de bolillos para encontrar una solución salomónica a la polémica sobre si al frente de la manifestación debía situarse una pancarta con el lema «Somos una nación. Nosotros decidimos», escogido por Òmnium Cultural, entidad convocante de la marcha, o una gran ‘senyera‘, como pedía Montilla.
Tras múltiples reuniones y contactos en los últimos días para pactar el diseño de la cabecera de la manifestación, hoy finalmente las entidades y partidos políticos que organizan la movilización han alcanzado un acuerdo, del que se ha inhibido CiU, por el cual se establece que Montilla encabezará la marcha detrás de una ‘senyera’.
Esta gran bandera catalana ocupará el espacio central de la cabecera, si bien a ambos lados figurará el lema que proponía Òmnium Cultural, pero fragmentado en dos: «Somos una nación» y «Nosotros decidimos».
Detrás de la bandera catalana se situarán los máximos representantes institucionales de Cataluña, empezando por Montilla, el presidente del Parlament, Ernest Benach, los ex presidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y los ex presidentes de la cámara catalana Heribert Barrera y Joan Rigol.
Según el compromiso alcanzado, unos metros más atrás habrá una segunda cabecera de la manifestación, en la que lucirá la pancarta con el lema completo «Somos una nación. Nosotros decidimos», tras la cual se ubicarán los diversos líderes políticos, entre ellos el presidente de CiU, Artur Mas, así como los máximos representantes de las entidades convocantes, incluida Òmnium Cultural.
Montilla ha agradecido el esfuerzo de los organizadores para hacer de la manifestación del 10 de julio «un acto unitario en defensa del autogobierno y de la dignidad de Cataluña» y para que quede claro que «somos una nación y vamos todos a una».
Por su parte, Mas ha defendido su «derecho» a manifestarse tras la pancarta de Òmnium Cultural aunque el presidente catalán haya decidido quedarse «al margen» de ese lema.
En los últimos días se han multiplicado los llamamientos a la ciudadanía para tomar parte en la manifestación contra los recortes del Estatut a manos del Tribunal Constitucional (TC), pero hoy se ha producido uno especialmente significativo.
Los ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y los ex presidentes del Parlament Joan Rigol y Heribert Barrera han leído una solemne declaración conjunta en la que han apelado a los catalanes a no «rendirse», no perder la «fe» y defender su «orgullo» en la manifestación del 10-J.
Este breve acto unitario tenía un especial valor simbólico, ya que los ex presidentes representaban a cuatro corrientes distintas del catalanismo: Maragall proviene del espectro socialista, Pujol es todavía presidente de Convergència, Rigol encarna la democracia cristiana de Unió, mientras que Barrera fue líder de ERC.
Otro llamamiento unitario lo han protagonizado los alcaldes del Baix Llobregat, que han firmado esta mañana un manifiesto conjunto en contra de la sentencia del Estatut y a favor del autogobierno de Cataluña y han animado los ciudadanos a participar en la marcha.
Uno de los últimos en apuntarse a la manifestación ha sido el ex presidente del FC Barcelona Joan Laporta, que protagonizará así su primera aparición pública como político tras constituir el partido independentista Democràcia Catalana.