Una niña de 4 años ha muerto ahogada a unos cien metros de la playa de La Franca, en Ribadedeva (Asturias), tras ser rescatada del mar pero no tener éxito los intentos de reanimación cardiorrespiratoria.
Según ha informado el servicio de emergencias 112 de Asturias, la menor ingresó anoche en el Hospital de Arriondas en parada cardiorrespiratoria, después de que hicieran esfuerzos para su reanimación un grupo de rescate de Bomberos de Asturias del que forma parte un médico, el equipo médico de la UVI-móvil de Arriondas y el personal del centro hospitalario.
El Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias recibió el aviso a las 21.04 horas.
La llamada la hizo el padre de la víctima, que contó que su hija había desaparecido en el agua.
Explicó que él se había tirado al mar a sacar a otro de sus hijos que se encontraba en problemas y que la niña le siguió, y que cuando se dio cuenta de lo ocurrido y fue a mirar ya no la encontró.
El 112-Asturias envió un helicóptero medicalizado y comunicó lo sucedido a Salvamento Marítimo, que envió una embarcación, a la Guardia Civil y al Servicio de Atención Médica Urgente, que mandó a la playa al equipo de atención primaria de Panes con una ambulancia.
Tres socorristas, aunque estaban ya fuera de su horario de trabajo, respondieron también a la llamada del 112 y fueron los primeros en llegar a la playa y tirarse al agua a intentar localizar a la pequeña.
Según el relato del 112, minutos después llegaron también tres agentes de la Guardia Civil que también se tiraron al agua a intentar localizar a la menor, así como a las 21.51 horas se sumaron dos miembros de Bomberos de Asturias con base en Llanes.
A las 21.54, el grupo de rescate comunicó que la menor había sido localizada, que estaba en parada cardiorrespiratoria y que era trasladada al Hospital de Arriondas, donde llegó a las 22.06.
Los padres de la niña y otro de sus hijos fueron trasladados al centro hospitalario por la Guardia Civil.
Los facultativos estuvieron intentando recuperar a la pequeña durante más de una hora, hasta que tuvieron que certificar su fallecimiento.
Dos psicólogos desplazados desde Oviedo fueron los encargados de comunicar la trágica noticia a la familia.