La mayoría de los partidos catalanes han sellado al final un pacto de mínimos en el pleno sobre la sentencia del Tribunal Constitucional para aprobar una resolución de rechazo al fallo del alto tribunal en base a ratificar el preámbulo «constitucional» del Estatut, que define a Cataluña como una nación.
Ha sido el presidente catalán, José Montilla, el que ha propuesto ante el resto de partidos catalanes una resolución genérica que expresa «disconformidad» con la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) y que recuerda la definición de Cataluña como nación, una oferta que CiU, ERC e ICV-EUiA han avanzado que aceptan para salvaguardar la unidad catalana, pese a recordar que sus proyectos aspiran a más.
A la espera de la votación final, el tripartito y CiU salvarán la denominada unidad catalana, de la que se desmarcan PPC y Ciutadans, a partir de un acuerdo de mínimos basado en refrendar la literalidad del preámbulo del Estatut que el presidente de la Generalitat ha leído ante los 135 diputados.
Montilla ha explicado que la resolución dice que el Parlament muestra su «disconformidad con el contenido de la sentencia del TC sobre el recurso presentado por el PP contra el Estatut, respetando las instituciones en que se organiza el Estado de derecho, en reivindicación del Estatut acordado entre una delegación de esta Cámara y las Comisiones constitucionales de los Congreso de los Diputados y el Senado, aprobado por mayoría absoluta de las Cortes Generales y aprobado en referéndum por una mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña».
Acto seguido y «para manifestar el compromiso de las instituciones catalanas» en la defensa de la integridad del Estatut, Montilla ha leído el preámbulo del Estatut para «ratificar (…) nuestra Ley Fundamental», convencido de que «no hay nada que represente mejor el sentimiento de nuestro pueblo y que pueda concitar más consenso y unidad».
En este preámbulo, que el TC dejó claro que no tiene valor jurídico, se recoge la siguiente mención: «El Parlament, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido Cataluña como nación de una manera ampliamente mayoritaria».
El líder de CiU, que esta mañana había retado a Montilla a redactar una resolución con el compromiso de apoyarla sin condiciones y sin críticas, ha logrado que sea el presidente quien tome la iniciativa, lo que le ha agradecido porque «enmienda» la situación y pone al Parlament «a la altura del país».
Mas ha dejado claro, no obstante, que lo propuesto por Montilla «no corresponde a las aspiraciones nacionales que podemos tener algunos, ya que CiU va bastante más allá» de lo que dice el preámbulo del Estatut, pero «como mínimo define rasgos comunes» de la realidad «nacional» catalana.
Por su parte, el portavoz del PSC en el Parlament, Miquel Iceta, ha destacado que el presidente ha estado «a la altura de las circunstancias», y ha retado al PPC y Ciudadanos a avalar el preámbulo, declarado constitucional por el TC.
El presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha dado su visto bueno a la resolución, pero ha dejado claro que «no responde» al mensaje que dieron los catalanes en la masiva manifestación del 10 de julio.
«No marca objetivos», ha lamentado el líder de ERC, que ha pedido «enterrar la táctica» que ha «devorado» la política catalana estos días y ha precisado que, al margen de apoyar ese texto, ERC pondrá a votación también esta tarde otra resolución suya para tratar de recoger el «clamor» de aquella manifestación en favor de un Estado propio.
En cuanto a ICV-EUiA, su presidente de grupo, Jaume Bosch, a pesar de dejar claro que su grupo avalaría una resolución más ambiciosa en términos de autogobierno, ha opinado que la votación del preámbulo supone una «desautorización democrática del TC», y ha celebrado que el PPC se quedara solo en este asunto, como ya sucedió con Alianza Popular al pactar la Constitución de 1978.