La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha señalado este viernes que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido «sensible» con la petición de que no recibiera al presidente de Ruanda, Paul Kagame, y ha recalcado que «lo importante» es impulsar los Objetivos del Milenio.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Kagame y los líderes de otros países africanos participarán este viernes en Madrid en la reunión del Grupo de Impulso de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas que preparará la cumbre que sobre el cumplimiento de esos objetivos se celebrará en septiembre en Nueva York.
Inicialmente, estaba previsto que la reunión de este grupo se celebrase en la Moncloa, pero las críticas de organizaciones no gubernamentales y partidos políticos por la presencia de Kagame, imputado por genocidio y quien iba a presidir el encuentro junto con Zapatero, ha llevado finalmente al Gobierno a modificar los planes previstos.
En declaraciones a TVE recogidas por Efe, Fernández de la Vega ha recordado que se trata de una reunión organizada por Ban Ki-moon «para dar impulso a algo tan importante como los Objetivos del Milenio» que es «lo más importante de todo lo que se está hablando».
«Realmente hay una situación gravísima en el mundo y tenemos que luchar contra la pobreza, el hambre y la desigualdad», ha manifestado la vicepresidenta primera del Gobierno, quien ha hecho hincapié en que al encuentro asisten personalidades «de muy altísimo nivel, todas», comprometidas «claramente» con la defensa de los derechos humanos.
Ha explicado que el secretario general de la ONU fue quien conformó una mesa de trabajo dirigida por Zapatero y Kagame y que, tras recibir ayer la petición de «algunos grupos políticos» de que no se entrevistara con el presidente ruandés porque no veían «conveniente» el encuentro, el jefe del Ejecutivo «ha sido sensible y ha atendido esta petición».
Fernández de la Vega se ha referido asimismo a la llegada a España de los presos políticos liberados por Cuba y ha dicho que es «un éxito del que todos nos alegramos».
Ha señalado que los once ex presos políticos expatriados esta semana después de permanecer varios años en la cárcel por su oposición al Gobierno de la Isla «han venido a España voluntariamente» y que el Ejecutivo les ha otorgado un visado de residencia que les da «derechos iguales» a los de los españoles.
«Les hemos acogido, vamos a atenderles y a apoyarles», ha asegurado la vicepresidenta primera, quien ha recalcado que su liberación es «un paso positivo» hacia la democratización de Cuba.