Los huesos hallados el sábado semienterrados en las inmediaciones de un barranco del municipio de Santa Lucía de Tirajana, al sureste de Gran Canaria, corresponden a un varón corpulento y de unos 50 años cuya muerte puede haber ocurrido hace diez años.
Así lo han informado este lunes a EFE fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias, que han precisado que serán los forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas los que determinen con exactitud las causas de la muerte de esta persona, así como su identidad, y la Guardia Civil cómo llegaron estos restos óseos a este lugar.
Estos restos humanos, que podrían corresponder a dos fémures y entre los que también se encuentra parte de un cráneo, los encontró sobre las 18.00 horas del sábado un hombre que paseaba con su perro por el barrio de Casa Pastores de la localidad de Vecindario, ha informado a EFE un portavoz del instituto armado.
Agentes del puesto de la Benemérita en Vecindario y de la unidad de Policía Judicial se personaron en el lugar, donde procedieron a realizar labores de inspección y realizaron un informe fotográfico antes de retirar los restos óseos que ahora se analizan.
El hallazgo de estos huesos ha suscitado la alarma en el municipio grancanario, ya que se produjo a tan sólo 400 metros de la vivienda de Yeremi Vargas, el niño desaparecido el 10 de marzo de 2007 cuando tenía 7 años y jugaba en un solar anexo a su casa.
Sin embargo, el hecho de que la Guardia Civil haya descartado desde un principio que los restos óseos pertenezcan a un menor y que sea reciente en el municipio el hallazgo de huesos pertenecientes a rituales de santería ha tranquilizado a la familia de Yeremi y a los vecinos, según medios locales.