Los grupos del tripartito, el PP catalán y Ciudadanos han hecho este jueves frente común en el Parlament para pedir a la Cámara catalana que remita a la Fiscalía las «presuntas irregularidades» en la financiación de CDC a través del Palau de la Música, una actitud que ha suscitado las quejas de CiU.
Aunque todos esos grupos coincidieron ya el martes 27 en esa medida, este jueves han votado juntos esa parte de las conclusiones de la comisión de investigación sobre el Palau de la Música en un debate final marcado por la proximidad de las elecciones.
En este contexto, el PSC ha asociado a CiU y a su presidente, Artur Mas, con el expolio del Palau de la Música, y ha opinado que si en el futuro se confirma jurídicamente esa relación, debería dimitir, mientras que CiU ha comparado la comisión de investigación sobre el Palau con el juicio franquista al ex presidente catalán Jordi Pujol.
El teórico último pleno de la legislatura ha dado lugar un intercambio de reproches entre el tripartito, que considera probada la financiación irregular de CDC, y la federación CiU, que atribuye las acusaciones de estos partidos a su «desesperación» porque se ven fuera de la Generalitat.
En tono contundente, el diputado Jordi Terrades (PSC) ha advertido que hay «demasiadas cosas que relacionan a CiU con (Fèlix) Millet que cuestan de explicar», y ha retado a Mas a «comprometer su palabra de que CiU no ha sido cómplice del expolio del Palau», protagonizado por su ex responsables Fèlix Millet y Jordi Montull.
«Porque, si en el futuro se confirma jurídicamente lo que muchos catalanes estamos convencidos de que pasó, sólo tendrá una salida: su asunción de responsabilidades políticas a través de su dimisión», ha espetado al candidato de CiU a la Generalitat.
En el mismo sentido se han pronunciado los representantes de ERC e ICV-EUiA, puesto que Pere Bosch (ERC) se ha preguntado si «la trama política desconocía el enriquecimiento personal» de Millet y Montull, y Daniel Pi (ICV-EUiA) ha denunciado que CiU siempre ha considerado a Millet como alguien «de su familia» y, por tanto, «fuera de sospecha».
En cambio, el diputado de CiU Jordi Turull ha comparado la comisión con el juicio a Jordi Pujol por parte del franquismo por los llamados «Fets del Palau», en 1960, una protesta en esa institución musical contra el régimen que llevó al ex presidente catalán a prisión, y ha reivindicado «el buen nombre» de CiU y CDC.
Asimismo, ha arremetido contra el tripartito por usar las comparecencias en la comisión para «calumniar», «humillar», «desprestigiar» e intentar acabar con CiU de una forma «sucia», al tiempo que ha vuelto a definir a la comisión de «caza de brujas».
Todos los partidos menos CiU también han estado de acuerdo en trasladar toda la documentación analizada en la comisión a los juzgados, lo que implicará llevar a los tribunales la presunta financiación irregular de CDC, los fondos transferidos desde el Palau a Àngel Colom para financiar el Partit per l’Independencia y las supuestas irregularidades en L’Ametlla del Vallès (Barcelona).
PP y C’s, que han votado con el tripartito para reforzar las competencias de la Sindicatura de Cuentas y para emplazarla a entregar sus informes en seis meses al Tribunal de Cuentas, han optado en el debate final por criticar tanto a tripartito como a CiU.
El diputado del PPC Santiago Rodríguez ha acusado a PSC, ERC e ICV-EUiA de usar la comisión para atacar a CiU, y ha reprochado a la federación de pretender celebrar este debate ayer, para que quedase tapado por la prohibición de las corridas de toros.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha preguntado si Millet organizó solo el expolio del Palau, y ha apuntado que el ex presidente Jordi Pujol le situó al frente de esta institución cultural.
Las conclusiones aprobadas hoy por el Parlament dan por «probada la existencia de un circuito que se iniciaría con las adjudicaciones de obra pública a Ferrovial».
«Esta empresa compensaría con comisiones que pagaría al Palau en forma de patrocinios y esta institución, a su vez, desviaría una parte de las comisiones a quien ha adjudicado la obra, CiU, que en aquellos momentos tenía el Govern de la Generalitat», se apostilla en las conclusiones.
La negativa constante de CiU a asumir esta teoría y a denunciar una campaña en su contra ha llevado al diputado de ICV, Daniel Pi, a tildar a la federación de «vuvuzela» de la comisión, mientras Pere Bosch (ERC) ha advertido a CiU de que no puede permitir su dependencia de «constructoras y lobbies de Madrid».