El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, ha asegurado hoy que todas las pruebas halladas en el lugar del asesinato de Joseba Pagazaurtundua apuntan a que el hoy detenido, Gurutz Aguirresarobe, fue el autor material del crimen, perpetrado en 2003.
En una comparecencia de prensa en la sede de la Ertzaintza en Erandio (Vizcaya) para informar sobre la operación, Ares también ha explicado que la pistola utilizada en el asesinato de Pagazaurtundua fue la misma empleada en el asesinato del presidente del PP de Aragón Manuel Jiménez Abad, el 6 de mayo del 2001, una información que ya fue adelantada por Interior en el año 2003. Ares ha detallado que el que fuera la misma pistola no implica que el asesino fuera el mismo.
El consejero ha agregado que los dos detenidos hoy en Hernani (Guipúzcoa), Aguirresarobe y su antigua pareja, Aitziber Ezkerra, formaban una «célula durmiente» de ETA vinculada al «complejo Donosti, y posiblemente, según Ares, estaban a la espera de recibir órdenes de la organización terrorista.
EB y su «muy buena noticia»
El portavoz de la Presidencia de Ezker Batua-Berdeak, Serafín Llamas, ha considerado este martes una «muy buena noticia» que la Ertzaintza haya detenido a los presuntos autores del asesinato del que fuera jefe de la Policía Municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua, especialmente para su familia.
A través de una nota, Llamas ha valorado que la operación de la Ertzaintza haya logrado «poner fuera de la circulación a presuntos terroristas» y que así se impide «que cometan nuevos atentados».
Además ha estimado que la familia del asesinado puede «conocer por fin, y tras siete años de incertidumbre y dolor, la identidad de los supuestos autores de su muerte, el hecho de que hayan sido arrestados y que ya no podrán volver a cometer ningún acto delictivo».
El dirigente de Ezker Batua-Berdeak cree que esta operación policial «debe hacer reflexionar tanto a la izquierda abertzale como, sobre todo, a ETA, de que «la etapa de la violencia ha tocado a su fin, que tiene que escuchar de una vez la demanda mayoritaria de la sociedad vasca y que debe anunciar de manera definitiva y unilateral su abandono de la lucha armada».