Técnicos de Medio Ambiente hansacado del mar este miércoles frente a las costas de Sitges (Barcelona) un ejemplar sin vida de una tortuga laúd de 400 kilos y 2 metros de longitud, una especie en riesgo crítico de extinción en todo el mundo y que en Cataluña se creía extinta.
Los restos del ejemplar de esta especie (Dermochelys coriacea) se encontraban a unos 725 metros del puerto del Aiguadolç de Sitges, y se cree que murió atrapado en un sistema de pesca para pulpos.
Para sacar el cuerpo, los técnicos de Medio Ambiente y del grupo Actuaciones Especiales (GRAE subacuáticos) de Bomberos han tenido que utilizar una grúa.
Los primeros indicios apuntan que la tortuga quedó enganchada a la cuerda que liga el sistema de pesca del fondo a la superficie y que habría muerto ahogada.
La tortuga laúd está en la lista de la Unión Internacional de Conservación de la Natura (UICN) de especies en vías de desaparición y centra algunos convenios y programas internacionales de protección y conservación.
En Cataluña, se consideraba una especie ya desaparecida, y de hecho, según informa el departamento de Medio Ambiente, es la segunda vez que se avistaba un ejemplar de esta especie en las costas catalanas, la primera hace diez años frente al delta del Ebro.
Durante la segunda quincena de julio, se había comenzado a observar este ejemplar en la costa del Garraf entre Sitges, Vilanova y Calafell.
La tortuga se alimenta sobre todo de medusas y precisamente las embarcaciones de la Agencia Catalana del Agua (ACA) que se encargan de la limpieza de las aguas del litoral la habían detectado en las última semanas.
La ACA notificó el domingo que el ejemplar llevaba una boya enganchada y que así era más fácil encontrarla, por lo que Medio Ambiente decidió localizarla para quitársela para que el animal no sufriera daños.
Tras varios intentos de detección desde tierra por medio de telescopios y elementos ópticos especializados, sobre las 10:24 horas de hoy se la ha localizado atrapada en un arte de pesca para la captura de pulpos.
Posiblemente, el mal tiempo en el mar de los últimos días no ayudó a que la tortuga atrapada pudiera salvar la vida.
Una vez rescatado el cuerpo, se ha trasladado a la Fundación CRAM, que se encarga de la asistencia a especies marinas, donde se le practicará la autopsia.
Fuentes de la consellería indican que aunque no se ha podido salvar este ejemplar, su presencia en las costas catalanas «demuestra las buenas condiciones que tienen para el mantenimiento de especies marinas amenazadas».
No obstante, añaden que este suceso refleja a su vez la fragilidad de estas especies, ya que la tortuga murió posiblemente por una cuerda «considerada inofensiva».
«Ejemplos como este constatan la necesidad de seguir profundizando en la conservación de nuestro medio marino y de las especies que lo pueblan, señalan la mismas fuentes.