Una ceremonia bahá’í despedirá mañana, en el Auditorio de Cuarte de Huerva (Zaragoza), a Ataollah Taefy Kalili, el intérprete español de origen iraní asesinado en un atentado de este miércoles en Afganistán, en el que también murieron dos guardias civiles y que residía en esta localidad desde hacía diez años.
Ataollah Taefy, de 54 años, nació en Irán, lugar de origen de la religión bahá’í, donde en la actualidad sus seguidores sufren persecución a pesar de ser la minoría religiosa más numerosa del país, ha señalado fuentes de esta comunidad en una nota de prensa.
El intérprete vivía en España desde hacía 33 años, tenía nacionalidad española, estaba casado con una española y tenía dos hijos, de 21 y 16 años, todos ellos miembros de la Comunidad Bahá’í de Zaragoza.
Según esta organización, Taefy se trasladó a España con el objetivo de divulgar los principios de unidad en diversidad enunciados por Bahá’u’lláh, el fundador de esta fe que ya profesaban los padres y abuelos del asesinado.
Así, explican que durante estos años en España dedicó su tiempo y energías a trabajar por los principios bahá’ís de unidad del género humano, eliminación de prejuicios, igualdad entre el hombre y la mujer, unidad de las religiones y educación universal, entre otros.
La Fe Bahá’í es una religión independiente establecida en España desde 1948, tiene presencia en todas las provincias y los bahá’ís de España desarrollan actividades para promocionar el establecimiento de una nueva sociedad basada en la armonía y la unidad del género humano.
Según los principios bahá’ís, el alma del ser humano no termina con la muerte física, sino que sigue progresando en el mundo espiritual.
Por ello, las ceremonias bahá’ís del funeral y del entierro consisten en la lectura de textos sagrados y oraciones que ayuden al progreso del alma del fallecido.
El funeral será además un homenaje del municipio a este vecino, que no estaba empadronado, pero al que el Ayuntamiento quiere agradecer la labor prestada al Ejército español y que le ha costado la vida.