El presidente de la Generalitat y del PPCV, Francisco Camps, ha proclamado sus «raíces» valencianas en la cena-mitin de inicio del curso político, en la cual el vicesecretario de Comunicación del PP nacional, Esteban González Pons, le tildó como el candidato del partido. González Pons, que en su discurso se ha autodenominado como «el enviado de Génova, ha sido el único de los dirigentes nacionales con protagonismo (también estuvo sin hablar el diputado por Alicante Federico Trillo), y ha recordado que en el PP son «todos para uno y uno para todos» porque es un partido «de hermanos» en el que «cuando uno necesita, se está ahí».
«Eres el presidente de la Comunitat, nuestro candidato y vas a ser el próximo presidente, ha subrayado después apuntar, en referencia a Camps, «Paco, tú en Valencia». «Creo que hablo en nombre de todos si te digo que España y la Comunitat quieren que cumplas con tu deber, en sentido de seguir gobernando con «fuerza y honor» en un año que será «épico».
Justo después de las palabras de apoyo de González Pons y ante unos 2.000 militantes, Camps ha ensalzado su implicación con el territorio valenciano y ha advertido que «no hay quien mueva a alguien que tiene las raíces totalmente asentadas en esta tierra». El jefe del Consell ha reiterado su «vocación» de servicio a los valencianos y ha criticado severamente al Gobierno central y, especialmente, a José Luis Rodríguez Zapatero, a quien ha calificado de «político de laboratorio» que sigue los dictados de algunos «químicos y alquimistas».
«Estoy harto de los políticos de pacotilla, de laboratorio, de proclamas y de discursos huecos. Estoy harto de Zapatero y quiero en el gobierno un político de verdad y con vocación, en referencia a Mariano Rajoy. Ha asegurado que se trata de la primera vez en su vida que no conoce los nombres de los ministros del Gobierno de España, y ha aclarado que se debe a la inconcreción de las áreas y a la falta de políticas.
Por ello, ha apelado a que, «entre todos, lograr que Zapatero «por el bien de España se vaya a casa» con un adelanto electoral.
A los socialistas valencianos «y a los que les jalean» ha recomendado «mucho ansiolítico» para calmar su ansiedad al ver que su líder nacional es «una catástrofe y la mayor tragedia de la historia de España». Ha repasado alguno de los que cree agravios del Ejecutivo con la Comunitat, como la derogación del trasvase y una financiación para 4 millones de habitantes en vez de los 5 reales, y ha recalcado que el PPCV basará su discurso político en lo que interesa a los ciudadanos frente a la «realidad ficticia» del PSOE, partido del que cree que se siente «avergonzado de llamarse valencianos y llevar la senyera».
Además de confirmar la candidatura de Camps, González Pons se ha referido al centenar de personas que ha recibido con pitos y abucheos al presidente y ha comentado que «todos los que protestaban portaban banderas catalanas, catalanistas o independentistas». Como ejemplo de que España necesita un adelanto electoral, ha considerado que este verano el país «ha sobrevivido sin Gobierno, como en su opinión lo refleja que en todos los conflictos surgidos en julio y agosto el único que haya estado ahí fuera «Pepe Blanco».
También ha intervenido el presidente del PP alicantino José Joaquín Ripoll, que lidera el sector zaplanista del PPCV, quien en tono conciliador ha indicado a Camps que Alicante es su «casa» y quien ha pronosticado una campaña larga y dura, como él mismo ya ha comprobado «personalmente, en referencia implícita a su reciente detención en la operación Brugal.
Sobre el centenar de concentrados que abuchearon a Camps, que llegó en una furgoneta acompañado de otros dirigentes, fueron unos 40 bomberos del Consorcio Provincial, delegados de la plataforma educativa Escola Valenciana, de la asociación Endavant Maulets para reivindicar la lengua valenciana y un grupo de empleados afectados por el inminente cierre de la cafetería de la estación de autobuses de Alicante, quienes tildaron de «chorizos» y «corruptos» el paso de políticos. En cambio, la noche terminó mejor para Camps ya que justo a la medianoche recibió una tarta para celebrar su 48 cumpleaños.