El Govern cambió este año el formato de la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova con motivo de la Diada y alejó al público de las inmediaciones de la estatua, blindando así a la clase política de los habituales abucheos de radicales a partidos y entidades.
Los ciudadanos que acudieron al acto se tuvieron que situar detrás de las vallas ubicadas en la confluencia entre la Ronda Sant Pere y la calle Girona de Barcelona, mientras que el espacio más próximo al monumento, en la Ronda de Sant Pere, quedó ocupado este año por la orquesta que interpreta el himno nacional de Cataluña al paso de cada delegación que homenajea a Casanova.
Fuentes de Presidencia de la Generalitat precisaron que este cambio de formato se hizo por recomendaciones de seguridad y no por un criterio político, y recordó que cada vez es menor la afluencia de manifestantes radicales que viene a primera hora al monumento para abuchear e insultar a la clase política.
Los ciudadanos que a primera hora de la mañana pudieron situarse más cerca del monumento forman parte de colectivos que piden acabar con los ‘correbous’ y un grupo de personas ataviado con banderas independentistas, que gritan desde lejos a los políticos.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que irá en la lista autonómica del PSC cuando salga del Gobierno tras la huelga general, acudieron a la ofrenda de la Diada con la delegación del PSC.