El condenado por tráfico de explosivos para el 11-M, Rafá Zouhier, ha advertido este lunes en reiteradas ocasiones de que había avisado previamente al fiscal del envío de los explosivos a Madrid. Zouhier se ha sentado este lunes de nuevo en el banquillo de los acusados junto a Antonio Toro -también condenado por el tráfico de explosivos para los atentados- y otros dos investigados en el sumario del macrojuicio, Ricardo G.S. y Lofti S., y los cuatro se enfrentan a peticiones de prisión de alrededor de unos cuatro años. También se enfrentan a una condena por narcotráfico en las fechas de los atentados.
Durante tres horas se ha celebrado el juicio en Avilés, en el que el fiscal antidroga de Asturias, José Perals, ha sostenido que los propios acusados se autoinculparon de dos operaciones de venta de droga en los primeros meses de 2004 cuando eran interrogados en la instrucción del 11-M, atentados en los que murieron 192 personas.
«Le avisé del tráfico de explosivos a usted y no hizo nada, le ha dicho Zouhier a Perals, quien ha expresado media docena de recriminaciones similares durante el juicio -incluso en su derecho a la última palabra-, y ha recibido las recomendaciones de la jueza de que se ciñera al asunto del tráfico de drogas.
Los cuatro abogados de la defensa -que piden la absolución de sus patrocinados-, además de señalar que el juzgado de Avilés al que la Audiencia Nacional remitió estas actuaciones no debiera ser competente de unos hechos ocurridos en Madrid, aunque la supuesta droga tuviera Asturias como destino, también han hecho hincapié en que las partidas de 15 y 20 kilos de hachís no fueron halladas ni acreditadas.
El abogado de Zouhier ha destacado, al igual que el resto de letrados, que la única prueba son unas confesiones obtenidas ante el «miedo» de quienes estaban siendo interrogados por unos atentados con 192 muertos y preferían «decir algo» a la policía -en palabras de Antonio Toro en su declaración- para que les desvincularan de otros aspectos de la investigación de los atentados.
Las reiteradas acusaciones de Zouhier al fiscal -sobre que avisó de los explosivos- se salían de la estrategia de la defensa, según ha lamentado su abogado, que, no obstante, ha añadido que existieron y que así se puso de manifiesto en la comisión de investigación parlamentaria sobre los atentados.
En el juicio que este lunes ha quedado visto para sentencia Zouhier se enfrenta a sumar otros tres años y nueve meses de condena de prisión a los diez que ya cumple por su intermediación en el tráfico de explosivos.
Para Antonio Toro -ex cuñado del también condenado José Emilio Suárez Trashorras y trasladado para la vista desde la prisión de Nanclares de Oca- el ministerio fiscal pide cuatro años, mientras que para Ricardo G.S. la solicitud es de tres años y medio.
El único de los cuatro acusados que se encuentra en libertad es Lofti S., que se enfrenta a cuatro años y tres meses, y cuya abogada, Matilde Izquierdo, ha sostenido la improbabilidad de que a principios de 2004 traficara hachís con «los asturianos» cuando tenía vigilancia policial de la Policía de veinticuatro horas al día y los teléfonos pinchados y no figura nada al respecto en esa investigación.
Durante la sesión Zouhier, inquieto, ha hecho constantes comentarios en voz baja a su compañero de banquillo Antonio Toro, así como otros en voz alta sin el turno de palabra, con tres advertencias de expulsión de la sala por parte de la juez, María Simonet Quelle.