El ajuste del número de «liberados sindicales» a lo que marca la ley ha sido el anuncio más relevante que ha hecho este martes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el último debate sobre el estado de la región de esta legislatura, que se enmarca en la escasez de nuevos proyectos y las primarias socialistas.
A ocho meses de la celebración de las elecciones autonómicas de 2011, Aguirre ha repasado su gestión de los últimos tres años y ha anunciado que el presupuesto no financiero de la región para el próximo año (el que excluye las empresas públicas) se reducirá en torno a un 10%.
En su discurso, ha señalado que pretende «ajustar el número de liberados sindicales al que les corresponde por ley, lo que permitirá -ha dicho- un «mejor aprovechamiento de los efectivos con los que cuenta la Administración autonómica». La presidenta ha argumentado que la «actual crisis obliga a administrar a todos con más rigor y eficacia los recursos públicos» y que «a ese esfuerzo los sindicatos no pueden ser ajenos, pues de esos recursos obtienen una parte importante de sus medios para ejercer sus funciones».
En su intervención, la presidenta madrileña ha dicho haber ahorrado 542 millones de euros con su plan de austeridad y ha sostenido que sus políticas económicas «generan confianza, que la Comunidad de Madrid «resiste mejor los efectos de la crisis» y que eso se refleja en el comportamiento del desempleo, 3,7 puntos por debajo de la media nacional.
Tras defender sus políticas sociales y de «austeridad, frente a la «crisis» y los «vaivenes» del Gobierno socialista, se ha mostrado convencida además de que el presidente Rodríguez Zapatero, con sus últimas medidas, ha dado la razón a la Comunidad de Madrid en política económica y se ha presentado a sí mismo una «moción de censura».
Modificar la Ley de suelo
En materia educativa, ha proclamado que «Madrid lidera el ránking de libertades educativas en España, ha subrayado que el fracaso escolar en esta región se ha reducido seis puntos en seis años y ha anunciado la implantación de una «prueba externa» en Segundo de Primaria, centrada en «lectura, «dictado» y «cuentas».
Ha avanzado también su intención de proponer a la Asamblea de Madrid una modificación de la Ley del Suelo, para que los Ayuntamientos «puedan tomar decisiones urbanísticas sin necesidad de revisar los planes generales en su totalidad». En su balance, Aguirre ha asegurado haber cumplido su «compromiso de que la prosperidad y la oportunidades lleguen a todos, especialmente a quienes más lo necesitan» y en ese sentido ha asegurado que «en Madrid no hay ninguna familia que no tenga ningún tipo de ingreso».
Al final de su discurso, ha apelado a la «generosidad» de sus adversarios, a los que ha pedido que «olviden las posiciones dogmáticas, las «rencillas» y «querellas, y que «arrimen el hombro» para salir de la crisis, de la que ha insistido en responsabilizar al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
La intervención de Aguirre ha reunido a unos doscientos invitados en el Parlamento madrileño, entre ellos el vicealcalde Manuel Cobo y el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que ha dicho haber asistido a un «discurso de despedida, sin esperanza y sin ideas de futuro».
Ni se decanta por Trinidad, ni se decanta por Gómez
En los pasillos de la Asamblea, Esperanza Aguirre ha comentado las primarias del PSM con David Lucas, portavoz de la Plataforma de Apoyo a la candidatura de Trinidad Jiménez, en una conversación de varios minutos en la que la presidenta ha destacado el «interés mediático» que está suscitando ese proceso.
Durante la charla, Aguirre ha explicado que prefería no decantarse por ninguno de los dos precandidatos -Tomás Gómez o Trinidad Jiménez- «no sea que diga que apoyo a uno y le venga bien al otro».