La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha avisado este martes al líder de CiU, Artur Mas, de que su partido no volverá a facilitar que gobierne un partido sin entrar en el Govern, como sí hizo, ha recordado, durante ocho años con la Convergència de Jordi Pujol.
«Con 12 diputados, dos menos que ahora, el PPC fue decisivo para que CiU gobernara, sin entrar en el Govern, y sin departamentos ni coches oficiales, pero el PPC ya ha asumido esa fase política, y nuestro voto vale lo mismo que el de otros partidos, por lo que el momento político ahora es diferente, ha aseverado Sánchez-Camacho en una entrevista en la Cadena Ser.
Así, la dirigente popular ha insistido en que su formación aspira a ser partido de gobierno en la Generalitat, del mismo modo, ha recordado, que el PP ha conseguido serlo en otras comunidades «donde parecía que no podríamos lograrlo».
No obstante, Sánchez-Camacho ha esgrimido las razones que dificultan a su juicio tanto un eventual pacto con CiU como un acuerdo entre el PSC y el PPC, a imagen del vasco.
Para la popular, un eventual pacto con la CiU de Artur Mas es «muy difícil» , por considerar que «no tiene nada que ver con la Convergència de Jordi Pujol, aunque ha vuelto a presentarse como «el único freno» que puede «parar los pies a los pasos hacia el independentismo, como los que ya está dando CiU».
Sánchez-Camacho ha sido más contundente a la hora de explicar los escollos que dificultarían un eventual pacto con el PSC, al considerar «inviable» un pacto similar al que su formación alcanzó con los socialistas vascos, porque, en su opinión, «el PSC ha llevado a cabo políticas más próximas a cuestiones identitarias que a aquellas en las que pudiera coincidir con el PPC».
Preguntada por su elección si tuviera que optar entre José Montilla o Artur Mas para presidir la Generalitat, Sánchez-Camacho ha afirmado que no le «satisface ninguno de los dos porque ambos son malos candidatos».