El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo este miércoles que el Ejecutivo respeta la convocatoria de la huelga general, porque es el ejercicio de un «derecho constitucional» pero subraya que mantendrá sus decisiones políticas.
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Zapatero respondió así a la pregunta del portavoz de ICV-IU-ERC Joan Herrera sobre si considera justa la convocatoria de huelga general por parte de los sindicatos y si continuará con su política «pase lo que pase» después de la huelga.
Subrayó que cuando la situación «es difícil, es más complicado llegar a acuerdos y que por eso «comprende» que los sindicatos tengan que defender sus intereses que representan, pero subrayó que el Gobierno representa los intereses «del conjunto del país, el interés general, para que España recupere su capacidad económica, el crecimiento y el empleo.
«En esta perspectiva sí voy a mantener las decisiones políticas fundamentales con la máxima capacidad de diálogo, afirmó.
Zapatero dijo que más allá de las discrepancias sobre el fondo de la cuestión que lleva a los sindicatos a convocar la huelga, en referencia a la reforma laboral, dijo que el Gobierno respeta «profundamente» que se produzca el ejercicio de ese derecho.
El presidente subrayó que el Gobierno se ha caracterizado por su «alta capacidad de diálogo» y de entendimiento con los sindicatos con los que, recordó, se han acordado 20 iniciativas desde 2004.
Por ello, aclaró que el Ejecutivo seguirá dialogando con los sindicatos y que tendrá la máxima voluntad de acuerdo y concierto tanto con ellos como con los empresarios en asuntos que para la economía y el empleo «tienen gran importancia».
Herrera acusó al presidente de haberse quedado solo «en buenas palabras y malos hechos» y de haber hecho poco diálogo ya que se había comprometido a no hacer la reforma laboral sin acuerdo y ahora, «es injusta» y se hacen recortes «a quien menos tiene y sin exigir a quien más puede».
Además, dijo que la reforma es «inútil» porque no crea ocupación ni disminuye la temporalidad.
Herrera le reprochó al presidente haber llegado al poder «encaramado» en la movilización y le recordó que tanto Felipe González como José María Aznar tuvieron que rectificar sus políticas después de las respectivas huelgas generales que organizaron los sindicatos.
Zapatero respondió que poner como referencia a González y a Aznar «venido de su boca, la cuestión tiene tela» y le indicó que la inmensa mayoría de los ciudadanos «no puede estar satisfecho» con un mercado laboral que no ha contribuido a que la tasa de paro se modere.
El Gobierno lo ha cambiado, señaló Zapatero y pidió a Herrera que «espere a ver resultados. Es lo único que le pido, al tiempo que le recordó que la reforma ha sido aprobada por la mayoría del Parlamento.