El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, estimó este jueves que los asentamientos irregulares son «una mala práctica» y pidió no prejuzgar las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros realizadas por Francia hasta que la Comisión Europea investigue.
En rueda de prensa en Bruselas tras concluir el Consejo Europeo que abordó este jueves las polémicas expulsiones, Zapatero criticó las acusaciones formuladas contra Francia por la comisaria de Justicia, Viviane Reding, y señaló que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ofreció en la reunión explicaciones «relevantes» para justificar esas devoluciones. Tachó de «inconvenientes, «inapropiadas» y «fuera de lugar» las declaraciones de Reding, quien, al anunciar que estudia un expediente de infracción a Francia, comparó las expulsiones francesas con las deportaciones de determinados grupos étnicos llevadas a cabo durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras recordar que no se trata del primer exceso verbal de la comisaria y rememorar sin citarlo sus críticas a la reciente presidencia española de la UE cuando ésta promovía la orden de protección para las mujeres maltratadas, Zapatero mostró su confianza en que «no vuelva a suceder» y «se contenga en el futuro».