Una tromba de agua y granizo ha colapsado a primeras horas de esta noche la ciudad de Cáceres, inundando infinidad de inmuebles y cortando gran cantidad de calles, han informado a Efe fuentes de la Policía Local.
En alguna de las calles, como Narciso Puig Mejías, el caudal llegó a subir más de dos metros, señalaron las fuentes. Hasta el momento la Policía Local ha contabilizado cerca de medio centenar de vehículos que debido a la fuerza de arrastre del agua comenzaron a flotar, y acabar incrustados algunos de ellos contra el mobiliario urbano.
Estas mismas fuentes policiales también han indicado que las calles más dañadas han sido Arapiles, Bailén, Viena y otras circundantes, aunque también se han registrado numerosos destrozos e inundaciones en calles del centro de la ciudad, como las avenidas de España y Hernán Cortés.
Aunque la Policía reconoce estar desbordada por las continuas llamadas de los ciudadanos, en principio tan sólo ha precisado tratamiento médico una persona que presentaba un cuadro de hipotermia.
Por su parte, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, que tras reunirse con varios concejales en una especie de gabinete de crisis, decidió desplazarse hasta la Jefatura de la Policía Local, asegura que aunque ha habido momentos «en los que todo parecía una locura, ahora parece que todo está controlado».
Heras ha señalado que la propia Policía Local se ha sentido «desbordada» ante el incesante número de llamadas a su centralita, y que en este momento todavía algunas calles de ciudad permanecen cortadas debido a las balsas de agua formadas.
La alcaldesa ha explicado que la fuerte granizada caída, desde las 20.30 horas hasta cerca de las 21.00, a la que siguió una fuerte lluvia, propició que los desagües no pudieran aliviar el agua acumulada.
El viento a partido multitud de árboles, volcado contenedores e incluso ha levantado el asfalto en algunas calles, aunque los peores momentos se han vivido en la calle Narciso Puig Mejías y en el Crematorio, donde el corte del suministro eléctrico ha imposibilitado que se terminase la incineración de un cadáver».
También ha subrayado que vecinos del caso histórico, «al tratarse de inmuebles viejos, han precisado la ayudas de bomberos e incluso la parte superior del Ayuntamiento se ha visto afectada por el temporal, quedando dañada el área de Turismo.
En cualquier caso argumenta que lo más importante «es que no hay que lamentar ninguna desgracia personal, y que todo el esfuerzo de los distintos colectivos se centra en recuperar el funcionamiento de los semáforos y en aliviar el agua que ha inundado numerosas viviendas.
Por su parte, la Junta de Extremadura ha informado de que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, se reunirá mañana a primera hora con la alcaldesa en Cáceres para evaluar los daños y tomar las medidas pertinentes.