La ciudad de Barcelona también ha sido escenario de graves altercados y actos vandálicos protagonizados por grupos de apariencia antisistema, que se han saldado con al menos 43 detenidos.
Los primeros disturbios se produjeron alrededor del mediodía en la zona de la plaza de la Universitat, donde los antisistema quemaron un coche de la Guardia Urbana mientras lanzaban mobiliario urbano y de las terrazas de los bares. A partir de las dos de la tarde la bronca se trasladó al entorno de la plaza de Catalunya.
Los Mossos d’Esquadra han desalojado la antigua sede de Banesto en la plaza de Cataluña, que fue «okupada» el pasado fin de semana y que, según la policía autonómica, estaba siendo utilizada como refugio de personas que habían cometido disturbios durante la jornada de huelga.
A partir del mediodía, se han levantado barricadas con contenedores en distintos puntos del centro de la ciudad condal, y han causado daños a varias unidades móviles de los medios de comunicación.
También, un grupo de jóvenes «antifascistas» ha asaltado y destrozado la librería Europa. En Mataró, las Fuerzas de Seguridad han detenido a seis miembros de un piquete que ha recorrido las principales calles comerciales obligando a muchos de los establecimientos a cerrar sus puertas.
Con el ambiente cargado, la violencia estalló de nuevo en la manifestación convocada por CC OO y UGT. El resto de disturbios fueron protagonizados por grupos de radicales, muchos de ellos encapuchados y ajenos a las convocatorias mayoritarias.