El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abanderó este jueves la creación de una comisión impulsada por el Gobierno para erradicar en todo el mundo la pena de muerte, una pena que calificó de «espanto» y cuya desaparición hará más digna a la Humanidad.
La comisión, está presidida por el ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, y de ella forman parte diez personalidades
internacionales más, entre ellas, el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
El objetivo de este grupo es lograr que en el año 2015 haya una moratoria de esta pena por parte de todos los países que aún la mantienen en su ordenamiento jurídico.
«La pena de muerte no es una pena, es un espanto», ha recalcado Zapatero, quien ha considerado que hasta que no se consiga su erradicación no se habrá logrado la extensión total de los derechos humanos.En ese contexto, ha explicado que el año elegido, el 2015, es el fijado por Naciones Unidas para el cumplimiento de los denominados Objetivos del Milenio. En ese momento, ha aprovechado para recordar que la defensa de los derechos humanos, así como la lucha en favor de la paz y contra el hambre y la miseria son pilares de la política exterior española. «Son -ha precisado- la mejor cara de la España contemporánea».
Ha garantizado el total respaldo del Gobierno a los trabajos de la comisión y ha explicado que va a ser operativa y va a tener objetivos concretos tanto de abolición de la pena como de moratoria.
En esa línea, fuentes del Gobierno han informado a Efe de que Zapatero ha pedido a los integrantes de la comisión que una de sus primeras tareas sea interesarse por la situación existente en Guatemala, donde en el año 2008 se restituyó la pena de muerte en su legislación.
El presidente ha destacado la «experiencia y sabiduría» de los integrantes de la comisión, a los que ha calificado de «auténticos maestros en la defensa de los derechos humanos».
Por su parte, Mayor Zaragoza ha elogiado la decisión del Gobierno español de impulsar una comisión de estas características y ha recordado que 58 países mantienen aún vigente la pena capital, por lo que no se puede estar satisfechos con la abolición que existe ya en otros 139.
Ha garantizado que el grupo de trabajo actuará de forma independiente, pero, a la vez, será complementaria de la tarea que desarrollan organizaciones no gubernamentales, la ONU y otros
gobiernos.
Tras agradecer que se le haya confiado la responsabilidad de presidirlo, ha enfatizado en el hecho de que intentará conseguir resultados concretos tanto en la suspensión de penas ya impuestas como en la supresión de las ejecuciones en las legislaciones de los países. «Hay que lograr la erradicación total de esta pena inhumana», ha sentenciado.
Además de Mayor Zaragoza y Richardson formarán parte de la comisión el ex primer ministro italiano Giuliano Amato, el ex ministro de Justicia francés Robert Badinter, el ex titular de Asuntos Exteriores argelino Mohammed Bedjaoui y el jurista argentino Rodolfo Mattarollo.
Las cinco mujeres que la integran son la ex presidenta de la Confederación Helvética Ruth Dreifuss, la ex primera ministra de Haití Michèle Duvivier Pierre-Louis, la presidenta de la Comisión de Derechos umanos de Pakistán, Asma Jahangir; la ex Alta Comisionado de la ONU para los derechos humanos Louise Arbour y la pensadora turca Ioanna Kucuradi. Esta última, junto a Bedjaoui, Arbour, Badinter, Dreifuss y Mattarrollo han estado presentes en la Moncloa en el acto de constitución de este grupo.