El grupo socialista del Congreso está promoviendo que todas las fuerzas políticas suscriban un documento en rechazo de la violencia en el Sáhara Occidental, en el que no se menciona directamente a Marruecos, y cuyo contenido ha suscitado ciertos reparos en la mayoría de los partidos, que piden más dureza.
Los socialistas han distribuido un texto a los medios bajo el epígrafe «Comunicado del intergrupo del Sáhara», firmado por todos los grupos políticos, aunque algunos, entre ellos PP y CiU, no tenían conocimiento de ello, y otros, como IU, no han querido apoyarlo por no incluir una condena expresa a Marruecos.
El documento expresa «su más profundo rechazo» a la violencia ejercida en El Aaiún y en el campamento Sáharaui de Agdaym Izik, conocido como campamento Dignidad, donde hace justo una semana Marruecos inició una operación para desmantelarlo y en la que ha habido varios muertos y numerosos heridos.
También manifiesta su «más enérgica» condena por las personas muertas en esta operación y por la «férrea» censura que impide el ejercicio de las «libertades básicas» de reunión, expresión y opinión en los territorios «ocupados» de Sáhara Occidental.
Estas cortapisas están siendo igualmente aplicadas contra los periodistas españoles, señala el documento, que se habían desplazado a la zona y que han sido obligados a abandonarla.
El último en hacerlo ha sido un corresponsal de RNE, después de que fueran expulsados tres informadores de la Cadena Ser, una forma de actuar que está impidiendo, según añade, una información «transparente» sobre la «dramática» situación que se está allí viviendo.
Ante esta situación se urge a que la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) se ocupe de que se respeten los derechos humanos y se pide a la UE y a la comunidad internacional.
Algunas formaciones, como PP y CiU, han asegurado este lunes a Efe que ni siquiera tenían conocimiento de que los socialistas estaban promoviendo este comunicado.
Mientras, el diputado de IU Gaspar Llamazares no ha querido suscribirlo porque quería que se atribuyera la responsabilidad de estos hechos al Gobierno marroquí, y que hubiera una mención expresa a la «limpieza étnica» de Marruecos contra el pueblo Sáharaui.
Tampoco el PNV, porque echa de menos que se condene implícitamente la actuación violenta del Gobierno de Rabat en el Sáhara Occidental, ni el BNG, que demanda una mayor «contundencia» ante estos hechos.
Jiménez echa balones fuera
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, defendió este lunes la necesidad de que España mantenga la capacidad de interlocución con Marruecos para ser útil, «sin abdicar ni un ápice» de la defensa de los derechos y libertades. Jiménez insistió, en declaraciones a la cadena Ser, en que la seguridad de la cooperante española que permanece escondida en El Aaiún, Isabel Terraza, y del mexicano Antonio Vázquez «está garantizada» y en que la dificultad de acceder a la información sobre lo que está ocurriendo en la capital del Sáhara Occidental impide a los Gobiernos hacer un balance de la situación.
La ministra recalcó que el Gobierno defiende los derechos humanos y la libertad de expresión, y que «en todo momento» ha pedido a las autoridades marroquíes que permitan acceder a la zona a los medios de comunicación. «El hecho de que se grite o se haga de una manera altisonante no significa que vayamos a tener una mayor respuesta», continuó Jiménez, quien se preguntó por qué se acusa al Gobierno de estar actuando «con tibieza» frente a Marruecos.
Así, aseguró que está «en contacto permanente» con el Ejecutivo de Marruecos, al que expresó su «preocupación» por los hechos, e hizo hincapié en que «intentamos mantener esa interlocución». «Si al final se corta esa interlocución, ¿cómo seríamos útiles?», señaló. Jiménez -que subrayó que las relaciones entre dos países deben estar basadas en el «respeto mutuo», la «complicidad» y el «reconocimiento de intereses mutuos»- aseguró que la situación en el Sáhara no es un asunto bilateral entre España y Marruecos, sino que afecta a toda la comunidad internacional.
Autodeterminación
Reconoció que en España hay una «mayor sensibilidad» hacia la población Sáharaui, un sentimiento que, según dijo, comparte, y recordó que el Gobierno ha defendido siempre su derecho a una libre autodeterminación y lo sigue haciendo. La ministra recordó que el Frente Polisario, representante del pueblo Sáharaui, retomó las negociaciones con Marruecos en Nueva York el mismo día del desmantelamiento del campamento de El Aaiún.
«Lo que no se le exige al Frente Polisario se le pretende exigir al Gobierno de España», manifestó Jiménez, quien señaló a continuación que se trata de un asunto «lo suficientemente complejo como para que el Gobierno muestre suficiente prudencia a la hora de hacer pronunciamientos».
Cooperantes
Respecto a los tres cooperantes españoles y el mexicano que se encontraban en el campamento Sáharaui en el momento de ser desmantelado, Jiménez recalcó que el Gobierno ha garantizado su seguridad para que regresen a España. Dijo que antes de que se desmantelara el campamento las autoridades consulares españolas se pusieron en contacto «con todos y cada uno de los españoles para decirles si necesitaban algo o querían salir».
«Lo hemos seguido haciendo así permanente y periódicamente», afirmó la ministra, quien se puso en contacto personalmente con ellos para garantizarles que podían salir con seguridad después de que «algunos» manifestaran «su escepticismo». Por último, Trinidad Jiménez aludió a la visita que el ministro del Interior marroquí, Taieb Cherkaui, realizará mañana a España y ha recordado que tienen «muchos asuntos comunes» pendientes de resolver.