El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha dicho este jueves que «el Gobierno ha establecido un régimen de discriminación» hacia los ayuntamientos al no permitirles refinanciar su deuda aunque ha advertido de que «nadie va a impedir que Madrid siga liderando España».
«Lo haremos solos puesto que el Gobierno de la Nación no ha querido acompañarnos en esta tarea», ha dicho el alcalde en rueda de prensa tras la reunión semanal de su Gobierno, en la que ha abordado la negativa del Gobierno a permitir a los ayuntamientos refinanciar su deuda, tal y como le transmitió ayer en Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Ruiz-Gallardón ha calificado esa decisión del Gobierno como «un error económico profundo», sin querer entrar en posibles motivaciones de tipo electoral.
«Lo que el Gobierno me dice -ha leído textualmente- es que las propuestas de modificaciones normativas que se proponen son incompatibles con la senda de consolidación fiscal emprendida, único camino para restaurar la confianza y el crecimiento económico y la creación de empleo» y que «ello generaría mayor déficit de las entidades locales poniendo en riesgo los compromisos internacionales de España.
«Esa es la argumentación -ha añadido- y no voy a ser yo quien entre de ninguna de las formas en razones distintas de lo que son los derechos de todos los ciudadanos de España».
Sin embargo, no se ha mostrado conforme con que permitir a los ayuntamientos refinanciar la deuda que vence cada año fuera a aumentar su déficit ni que eso pusiera en peligro los compromisos de España y ha insistido en que lo que sí va a generar esa medida, que considera una «discriminación» ya que Gobierno y autonomías sí pueden hacerlo, es un mayor retraso en el pago a proveedores.
En este sentido ha declarado que «si Bruselas hubiese impuesto al Gobierno lo que el Gobierno ha impuesto a los ayuntamientos (la imposibilidad de refinanciar anualmente su deuda), la situación en España para las pequeñas y medianas empresas sería absolutamente insostenible», porque el Estado, como ahora los municipios, tendría que retrasar sus pagos a proveedores.
Esa situación llevaría a la economía española «a un deterioro y a una perdida de puestos de trabajo insostenible», a una «catástrofe económica» que desea «que nunca ocurra», ha dicho el alcalde, que ha indicado que el Ayuntamiento no ha recibido «ningún tipo de amenazas por parte de los proveedores» respecto a no cumplir los servicios contratados y ha señalado que si éstos tuvieran que despedir a trabajadores sería responsabilidad del Gobierno.
Ruiz-Gallardón ha anunciado que su Gobierno aprobará la próxima semana el proyecto de presupuestos del Ayuntamiento para 2011, que incluirá «las políticas de austeridad que sean necesarias y las restricciones que sean oportunas» -que no ha querido avanzar- pero no establecerá un incremento de la presión fiscal.
«Somos conscientes de que vivimos en una época de crisis y, pese a la negativa del Gobierno, no vamos a incrementar la presión fiscal sino que, antes al contrario, allí donde tenemos capacidad normativa se establecerán bonificaciones a aquellos sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad».
Preguntado por la propuesta que hoy le ha formulado públicamente la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, para que venda sedes municipales para conseguir ingresos y reducir gastos, se ha limitado a decir que no puede pronunciarse sobre ella porque no conoce esa declaración.
Tampoco ha querido revelar qué le dijo anoche el presidente de su partido, Mariano Rajoy, al que llamó al salir del Palacio de la Moncloa, y se ha limitado a contestar: «exactamente lo que usted se imagina que el presidente de mi partido me hubiese ficho fue exactamente lo que me dijo».