Diez personas detenidas y más de once kilos de cocaína intervenida, así como 70 kilos de sustancia de corte requisada y 1,5 kilos de marihuana, es el resultado de una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra el narcotráfico en la provincia de Tarragona. Según informa el Cuerpo Nacional de Policía, la operación denominada «Rana» ha permitido desarticular una red dedicada al tratamiento, elaboración y distribución de cocaína.
Los diez detenidos están acusados de un delito de tráfico de estupefacientes, blanqueo de capitales y asociación ilícita. Los seis registros practicados han permitido la intervención de 11,5 kilos de cocaína oculta en un piso de Cambrils (Tarragona), que era utilizado como «laboratorio-cocina», 1,5 kilos de marihuana, unos 70 kilos de sustancia de corte, numerosos útiles para el procesamiento y manipulación de las sustancias estupefacientes, un revólver del calibre 38 y unos 36.000 euros en efectivo, entre otros efectos.
Las investigaciones se iniciaron en el mes de octubre del pasado año, fruto de la colaboración entre la Policía Nacional y la Guardia Civil. En el habitual control que se hace a los buques procedentes de zonas geográficas de riesgo, en cuanto a posible tráfico de estupefacientes, se inspeccionó un petrolero atracado en el Puerto de Tarragona, en el que se localizaron 510 kilos de cocaína.
Investigación
A raíz de dicha intervención se mantuvo una línea abierta de investigación que ha dado como resultado la localización de una red formada por un grupo de ciudadanos colombianos y españoles que se estarían dedicando al tráfico de estupefacientes y al blanqueo de capitales.
Las investigaciones se centraron primero en el núcleo duro, quienes se encargarían de la adulteración de las sustancias, la distribución y el posterior blanqueo de capitales de los beneficios obtenidos con las actividades ilícitas. Paralelamente, siguieron con los escalones inferiores de la organización, cuyos integrantes serían los encargados del tráfico a pequeña escala entre los consumidores habituales en distintas localidades de la provincia de Tarragona.
Posteriormente, se determinó el posible domicilio en el que podían estar llevando a cabo la adulteración y corte de la sustancia estupefaciente («laboratorio-cocina»), en el que no vivía ninguno de los encartados, pero al que todos tenían acceso.
A partir del momento en que los investigadores tuvieron conocimiento de que uno de los miembros del grupo viajaría desde Valencia para realizar gestiones relacionadas con las actividades ilícitas, se elaboró un dispositivo conjunto en torno a los domicilios, así como sobre el presunto laboratorio.
Fruto de ello, se detuvo a los principales responsables y se practicaron tres registros domiciliarios en Cambrils y otro en Vinyols i els Arcs (Tarragona).
Dispositivo policial en Salou
Días más tarde se estableció otra fase del dispositivo policial en Salou (Tarragona) en torno a los domicilios del resto de implicados, que serían el último eslabón de la organización y se encargarían de distribuir la sustancia estupefaciente a pequeña escala entre terceros.
En esta localidad, se detuvieron tres personas y se registraron dos domicilios. Además de la droga y los 70 kilos de sustancia de corte, también se han incautado varias botellas de litro de sustancia líquida de corte (Acetona, Ácido Clorhídrico, Eter), seis prensas, una báscula de precisión, un gato hidráulico y seis lámparas de calor.
También, una máquina contadora de billetes, abundante documentación relacionada con las actividades ilícitas, cinco turismos, una furgoneta y dos motocicletas, varios electrodomésticos, cinco ordenadores portátiles y unos cuarenta teléfonos móviles.
Esta organización tenía un capacidad para elaborar y distribuir entre 40 y 60 kilogramos de cocaína mensuales una vez efectuado el corte, utilizando para ello las sustancias precursoras.
Todos los detenidos, así como las sustancias y efectos intervenidos, fueron puestos a disposición del juzgado de instrucción de Tarragona, que ha decretado el ingreso en prisión de los detenidos. La operación policial continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.