El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha considerado este lunes que sería «realmente insólito» que el PP no apoyara la reforma de las pensiones que el Ejecutivo ha pactado con sindicatos y empresarios, aunque, ha recordado que al líder de la oposición, Mariano Rajoy, «le cuesta mucho mojarse».
En una entrevista en TVE, Zapatero ha estimado que esa actitud no es comprensible en un partido que pretende ser alternativa de Gobierno y que, de hecho, ya se ve gobernando, aunque, ha advertido a Rajoy, «las encuestas no son lo que lleva a alguien a La Moncloa, son las urnas». Y, en su opinión, con un poco de experiencia política, se sabe que «entre las encuestas y las urnas hay una diferencia notable».
Zapatero ha recalcado que el líder del PP ha subido muchas veces a la tribuna del Congreso para pedir reformas y que, después, cuando el Gobierno las ha presentado, se ha puesto «de medio lado» porque «le cuesta mucho comprometerse». Ha acusado así al principal partido de la oposición de no haber puesto encima de la mesa propuestas concretas para reformar las pensiones o el mercado laboral.
«Programa, ni oculto; creo que está a ver lo que en cada momento puede sonar mejor», ha concluido. Quien ya ha avanzado que no apoyará la reforma de las pensiones es IU, con cuyo coordinador general, Cayo Lara, Zapatero se reunirá en las próximas semanas.
El jefe del Ejecutivo ha rechazado que desde esa coalición se le pueda acusar de neoliberal, ha instado a Lara a revisar sus «planteamientos ideológicos» y ha defendido la «coherencia» política de su Gobierno, que ha desarrollado los derechos sociales y al llegar la crisis ha preservado las prestaciones para los más desfavorecidos.
Pensiones a los parlamentarios
El presidente del Gobierno también ha apostado este lunes por que en las pensiones de diputados y senadores no haya «ni privilegios ni perjuicios» y ha abogado por «arreglar» la actual situación, pero se ha mostrado contrario a revisar la asignación que reciben los expresidentes.
Zapatero ha coincidido con los presidentes del Congreso y del Senado en la necesidad de revisar el complemento que reciben los parlamentarios para poder cobrar la pensión máxima. No obstante, ha recordado que se basa en un acuerdo que se suscribió en 2006 pensando en personas que, por circunstancias históricas como la dictadura o el exilio, podían tener problemas con su pensión. «Se va a abordar, creo que lo vamos a arreglar, es claro que debe ser una situación que no haya ni privilegios ni perjuicios», ha recalcado.
Sin embargo, ha rechazado que se pueda prohibir a un expresidente del Gobierno compatibilizar la asignación que le corresponde como tal y un sueldo del sector privado. A su juicio, los ex presidentes deben contar con una «consideración» porque han tenido «la enorme responsabilidad» de gobernar España con el voto de los ciudadanos y, además, pueden seguir haciendo «un servicio» al país.
España no lo ha conseguido, pero sí lo han hecho otros países como Estados Unidos, donde los presidentes encargan tareas a sus antecesores, principalmente en política internacional, para que reviertan en el país esa experiencia acumulada que tienen y que es «impresionante». Zapatero, que ha hecho hincapié en que en todos los países europeos, democráticos y avanzados los ex presidentes tienen «un cierto reconocimiento», ha estimado que tampoco se les puede prohibir que tengan una actividad privada.
Ha querido dejar además claro que lo que reciben «más que una pensión es una asignación para cubrir gastos», comparable con la que tiene un ex presidente en cualquier otro país.
Reforma laboral y creación de empleo
El presidente del Gobierno ha recordado, en cuanto a la reforma laboral, que una tasa del paro del 20,33 % es una cifra «inasumible» para la sociedad, pero destacó que la reforma laboral empieza a dar resultados como demuestra el que haya caído la temporalidad y aumentado el número de despidos objetivos.
Rodríguez Zapatero mantuvo además su previsión de que se volverá a crear empleo neto en el segundo semestre del año, aunque dijo que la generación de puestos de trabajo será «todavía moderada» en 2011, a la espera de que la recuperación económica se consolide.
De que se recupere la actividad depende también que los efectos de la reforma laboral sean «más poderosos», aunque subrayó que ya está dando resultados, puesto que la temporalidad ha caído en 2010 -de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE-.
Asimismo, subrayó como efecto positivo de la reforma laboral el aumento de los despidos objetivos por causas económicas (indemnizados con 20 días por año trabajado), ya que es «una perversión» que se recurra al despido improcedente (indemnizado con 45 días por año trabajado) cuando la crisis es la verdadera causa de la extinción de un contrato.
A su juicio, este asunto era uno de los peores «nudos» del mercado laboral «que había que desatar», ya que los empresarios se han visto obligados a recurrir a un despido más caro, porque resultaba más rápido, lo que ha traído consigo una mayor pérdida de empleos. Para Zapatero, «objetivar» las causas económicas que permitan el despido es una «vía razonable» para que en momentos de crisis los empresarios puedan prescindir sólo de algunos trabajadores y no poner en riesgo la viabilidad de sus empresas.
Copago sanitario
Zapatero dijo este lunes que cree que el copago sanitario no merece la pena, por lo que lo tiene descartado, ya que produciría un ahorro muy escaso y desincentivaría la salud. Rodríguez Zapatero se ha referido así a las declaraciones hechas por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que publica este lunes El País, y en las que asegura que «habrá que reconsiderar el copago sanitario en el futuro».
Rodríguez Zapatero ha señalado que el copago sanitario es un «debate recurrente» y tras estudiarlo a fondo ha decidido que el potencial de ahorro que produciría «no merece la pena» como ha quedado demostrado en los países que lo han puesto en marcha. Por el contrario, el presidente del Gobierno ha dicho que es en el gasto farmacéutico donde hay que «hacer una reflexión» porque éste «es muy alto en relación con la media europea».
En el transcurso de la entrevista, Rodríguez Zapatero no se ha mostrado partidario de suprimir las diputaciones provinciales y ha pronosticado que si alguien intentara suprimir las mismas se encontraría con una «contestación social fuerte» porque existe un «sentimiento provincial aún muy extendido en España».
La carpeta de la candidatura 2012
El jefe del Ejecutivo también ha asegurado que nadie en su partido le pregunta por quién será el candidato de su partido a las elecciones generales y ha subrayado que cuando tome la decisión «todo será muy rápido», como cuando realiza los cambios de Gobierno.
Así se ha pronunciado Zapatero en una entrevista, en la que ha señalado en que ahora «no toca» hablar de ese asunto y ha señalado que la «carpeta del 2012» ni siquiera la ha sacado del armario de su despacho porque «queda mucho tiempo».
Zapatero ha dejado claro que en el partido no suelen hablar de la candidatura y los dirigentes socialistas tratan este tema porque preguntan los periodistas, aunque a él sus compañeros del PSOE no le interrogan sobre este asunto.
El secretario general del PSOE ha insistido en que ningún dirigente de su partido de «motu proprio» «quiere sacar ese tema.»Cada cosa a su tiempo», ha reiterado Zapatero antes de subrayar que quien tiene la responsabilidad del PSOE desde hace más de diez años, «con unos resultados razonables» para el partido, tiene también la «capacidad para decidir cuándo hay que hablar de la candidatura de 2012».
Redacción