Tres personas de nacionalidad británica, dos irlandesas y una española fallecieron al estrellarse este jueves un avión cuando iba a aterrizar en el aeropuerto de Cork, en el sur de Irlanda, según fuentes próximas a la investigación del suceso. En el aparato, procedente de Belfast (Irlanda del Norte), viajaban diez pasajeros y dos tripulantes.
Se trataba de un pequeño avión del tipo «Fairchild Metroliner» de 18 plazas alquilado por Manx2, compañía radicada en la isla británica de Mann, a la aerolínea española Air Lada. Una portavoz del Consejo de Gobierno del condado de Cork añadió que la otras seis personas, cinco varones y una mujer, se encuentran hospitalizadas, cuatro de las cuales se encuentran en estado grave, pero fuera de peligro.
El accidente se produjo poco antes de las 10.00 GMT, cuando el aparato se disponía a tomar tierra en condiciones de niebla y «poca visibilidad», informó la Autoridad de Aviación Irlandesa (AAI) en un comunicado. «Estaba intentando aterrizar con niebla. Este era su tercer intento. Los planes de emergencia del aeropuerto han quedado activados y el aeropuerto permanece cerrado», señaló el comunicado.
Fuentes de Manx2 indicaron que representantes de la empresa colaborarán con las autoridades en el aeropuerto y que este jueves se emitirá un comunicado sobre el siniestro.
El ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su adjunto en el Ejecutivo autónomo de poder compartido, el nacionalista Martin McGuinness, enviaron mensajes de apoyo a las familias de los fallecidos y heridos. «Es una tragedia terrible, mis pensamientos están con los familiares de los fallecidos y de los heridos», dijo Robinson. McGuinness ofreció sus condolencias a las familias y amigos de «los que han perdido la vida en el accidente».
Redacción