Los tres guardias civiles autores del informe sobre los cortes en la cinta VHS que grabó el bar Faisán de Irún (Guipúzcoa) cuando se produjo el «chivatazo» que alertó a ETA sobre una operación policial contra su red de extorsión en 2006 han ratificado que esas interrupciones no fueron «accidentales».
Así lo han señalado los agentes ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en su declaración como peritos para que ratificasen su informe, en el que se concluye que los cortes en la grabación del 4 de mayo de 2006 -cuando se produjo el «soplo»- se produjeron «intencionadamente» o «por negligencia» de quien operaba la cámara, según han informado fuentes personadas en la causa.
Además de los guardias civiles, han comparecido ante el juez dos agentes de la Policía Nacional que han ratificado el informe elaborado por la sección de Tecnología de la Imagen de la Comisaría General de Policía Científica, que contradice el de la Guardia Civil ya que sostiene que los cortes podrían haberse producido «por agentes externos, accidentalmente o por deterioro».
Los guardias civiles, que han explicado «paso por paso» al juez cómo han realizado su pericia para analizar la cinta VHS y los «aparatos» que han empleado para realizarla, han insistido en que los cortes no se produjeron con posterioridad a la grabación, sino en el momento mismo en que se estaba realizando ésta, descartando que tuvieran un origen «accidental».
Por su parte, los policías han explicado que en las grabaciones efectuadas en el bar Faisán durante los cinco días previos y posteriores a producirse el «chivatazo» había otros cuatro cortes que atribuyen a la detención manual de la grabación, la desconexión voluntaria del cableado o el deterioro o mal funcionamiento de las cintas.
Las fuentes consultadas han destacado la «meticulosidad» del magistrado en los interrogatorios a los peritos y han subrayado que durante las comparecencias no se ha visionado la cinta grabada el 4 de mayo de 2006.
Según explicaba Ruz el pasado 24 de enero en el auto en el que rechazaba la petición de la Fiscalía de que archivara la causa y ordenaba practicar nuevas diligencias, con estas nuevas pericias pretende determinar si los cortes de la cinta «son simultáneos a la grabación original o si se producen con posterioridad, así como la intencionalidad o accidentalidad de los mismos».
En la causa están imputados el exdirector de la Policía Víctor García Hidalgo; el jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés y el inspector de la Brigada de Información de Álava José María B.