La dirección de ETA ordenó al ‘comando Otazua’ desarticulado la semana pasada realizar vigilancias del lehendakari, Patxi López, con la intención de atentar contra el jefe del Gobierno vasco aprovechando los actos de homenaje celebrados en el primer aniversario del asesinato del inspector Eduardo Puelles.
Así lo han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista que han asegurado que sólo se trataba de un plan de atentado, ya que los terroristas ni siquiera intentaron llevarlo a cabo en la fecha indicada, prevista para el 19 de junio del pasado año. Éste no era el único objetivo marcado por la dirección de la banda terrorista al ‘comando Otazua’ desmantelado el martes de la semana pasada en Vizcaya por la Guardia Civil.
Torres KIO
El ex dirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, ‘Ata’, había planeado que el «comando Otazua» de la banda, cuyos presuntos miembros fueron detenidos el pasado martes en Vizcaya, atentara contra las torres KIO de Madrid mediante la colocación en sus inmediaciones de un vehículo cargado de explosivo.
Así lo han confirmado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, que han señalado que el atentado estaba previsto que fuera cometido a primeros de 2010 y que el explosivo que se iba a utilizar en él era el descubierto en febrero de ese año en una casa de la localidad portuguesa de Obidos.
El almacén de explosivo era, supuestamente, el destino de los etarras interceptados el 9 de enero de 2010 por la Guardia Civil en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez. Esa circunstancia frustró la acción terrorista, según las fuentes consultadas.
Aunque la gran mayoría de los atentados que se imputan a los detenidos el pasado martes -Daniel Pastor, Íñigo Zapirain, Beatriz Etxeberria y Lorena López- fueron cometidos en Vizcaya, el «comando Otazua» también se trasladó fuera del País Vasco para atentar en Santoña (Cantabria), donde asesinó al militar Luis Conde de la Cruz, y en Burgos contra la casa cuartel de la Guardia Civil.
Además, el comando etarra que atentó en el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006 también recabó información para colocar un vehículo con explosivos en la zona comercial de Azca, en el centro de Madrid.