El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha censurado el deseo del líder popular, Mariano Rajoy, por «anteponer» sus expectativas personales de llegar a la Moncloa a la superación de las dificultades del país y ha avanzado que «cuando comiencen a salir datos positivos, a Rajoy se le fruncirá el ceño».
Así se manifestó el dirigente socialista en su intervención en la localidad lucense de Foz, donde ha cerrado un acto de partido que sirvió para presentar la candidatura socialista de este municipio que liderará el actual alcalde, José María García Rivera.
Blanco se mostró convencido de que España «superará las dificultades» gracias al esfuerzo de los ciudadanos y las reformas del Gobierno, en tanto que ha vaticinado que la derecha «pasará a la historia por la indignidad de querer aprovechar el sufrimiento de la gente para alcanzar el poder».
Ante un auditorio de unas 500 personas, Blanco arremetió con lo que ha considerado como falta de implicación del Partido Popular en esta situación de crisis, porque, ha precisado, «solo quiere que la crisis y el sufrimiento de la gente le desbroce el camino de la Moncloa».
«Nadie que antepone sus expectativas por llegar al poder a las necesidades de superar las dificultades por las que atraviesa el país se merece gobernar», subrayó.
PSOE, un «partido combativo»
El vicesecretario general arengó a los militantes explicándoles que «no hay lugar a la resignación» y defendiendo al PSOE como «un partido combativo», lo que le ha llevado a concluir que los socialistas volverán a ganar las elecciones del 22 de mayo y concretó: «el Partido Popular está celebrando las encuestas y nosotros vamos a celebrar los resultados electorales».
En el Polideportivo Marzán de Foz, ha pedido a lo socialistas que lleven el próximo envite electoral al terreno que le corresponde del municipalismo, al haber observado que el PP «no quiere que se hable de educación, bienestar, políticas sociales o lo que hacen unos u otros por activar el empleo, sino que quieren que se hable solo de Rodríguez Zapatero».
José Blanco atribuyó a los populares la intención de convertir estas elecciones «en la primera vuelta de unas generales, cuando los ciudadanos tienen derecho a elegir a su alcalde y sus concejales, ya que Rajoy no va a ser ni el alcalde de Foz, ni de Ribadeo, ni de Santiago, ni de Sevilla, ni de Barcelona».
El número dos de los socialistas españoles se dirigió a Rajoy para pedirle que «no tenga ansiedad» por llegar a la Moncloa, ya que, señaló, «ya le llegará el tiempo para debatir y confrontar ideas, si es que de aquí a las generales pone alguna idea sobre la mesa para poder discutirla».
«Ya tendremos tiempo -insistió- para hablar de la agenda oculta de Rajoy y de mirarle a los ojos en un debate electoral para que nos diga cuáles son sus recetas, cuáles sus propuestas y que hay más políticas que decirle que no y no a Zapatero».
Los «lugares comunes» de Rajoy
Centrado en Rajoy, lo acusó de estar lleno de «generalidades» y «lugares comunes» e incluso lo parafraseó cuando el político popular pide un programa «como Dios manda», ante lo cual le espetó que «ese programa como Dios manda tendrá que exponerlo ante los ciudadanos si quiere que los ciudadanos le manden al cielo y no al infierno».
Sí le ha reconocido, no obstante, «un pequeño giro en su política» al haber pasado «del no a todo a la abstención a todo».
«Se abstiene -dijo- y no quiere que se sepa si sube o baja o si es blanco o negro; se abstiene de todo, también de hacer propuestas, poner encima de la mesa ideas o apoyar reformas que necesita nuestra economía, ya que no quiere mojarse por el interés de España».
En su opinión, el PP pretende la «abstención» del electorado socialista y censuró a los conservadores porque «el PP no tiene proyecto para España, ni un liderazgo para confiar y sólo confían en que nuestra gente desista y no acuda a las urnas».