El Govern considerará el conocimiento de la lengua catalana un «requisito muy determinante» para poder certificar el nivel de integración de los inmigrantes que residen en Cataluña, en los expedientes de arraigo, de reagrupación familiar y de renovación de residencia.
Así lo ha anunciado tras la reunión del ejecutivo catalán su portavoz, Francesc Homs, que ha remarcado que el gobierno de Artur Mas se desmarcará de las actitudes «buenistas» del tripartito en inmigración, pondrá el acento no sólo en los derechos, sino también en los deberes de los extranjeros y ejercerá las funciones en inmigración que ya prevén las leyes de acogida y de extranjería.
De acuerdo con estas leyes, ha recordado Homs, «a la Generalitat le corresponde, en base también a los informes de los ayuntamientos, certificar el esfuerzo de integración de las personas extranjeras» en los expedientes de arraigo, de reagrupación familiar y de renovación de residencia.