El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha pedido al Gobierno que amplíe la solicitud de extradición del etarra deportado a Venezuela Arturo Cubillas para incluir el delito de integración en organización terrorista en calidad de dirigente por el que le procesó a principios de este mes.
Velasco ha adoptado esta decisión en un auto notificado este miércoles después de que el pasado día 7 procesara a Cubillas junto a los ex dirigentes de ETA Francisco Javier López Peña, «Thierry», y Mikel Carrera Sarobe, «Ata», por pertenencia a banda armada en la causa en la que investiga los vínculos entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y si Venezuela colabora en esa alianza.
El 20 de octubre de 2010, el magistrado ya pidió iniciar los trámites para extraditar a Cubillas, que desde 2007 trabaja como jefe de seguridad en el organismo oficial Instituto Nacional de Tierras (INTI) de Venezuela, por los delitos de tenencia de explosivos en colaboración con banda armada y conspiración para cometer homicidios terroristas, lo que el Gobierno reclamó a Venezuela nueve días después.
Sin embargo, los nuevos hechos aparecidos en la instrucción por los que Velasco procesó recientemente a Cubillas han motivado al juez a reclamar una «autorización ampliatoria de la extradición» ya cursada.
En el auto de procesamiento dictado el pasado 7 de marzo, el magistrado sostenía que «Thierry» y «Ata» coordinaron con Cubillas la formación e instrucción en el manejo de armamento y explosivos de miembros de la banda terrorista en campamentos instalados en la selva venezolana.
Según Velasco, Cubillas mantuvo, al menos entre los años 2004 y 2008, «contacto constante, permanente, securizado y directo con la cabeza de la organización terrorista ETA y los distintos dirigentes de los comandos activos de ésta, con quienes ha coordinado y ejecutado tareas directivas de formación e instrucción, mejora de armamento y técnicas terroristas».
Asimismo, lo acusa de haber facilitado la infraestructura necesaria, que, «lejos de ser episódica, trasciende la mera colaboración», lo que para el juez le sitúa como dirigente de ETA «en el continente americano desde tierra venezolana».
Entre los nuevos hechos, el magistrado señalaba que Iraitz Guesalaga, responsable de informática de ETA detenido en Francia el pasado 11 de enero, viajó a Venezuela en septiembre de 2007 por orden de «Thierry» para enseñar y hacer cambios en el «programa de encriptado pgp» que Cubillas usaba para comunicarse con la dirección etarra.
Un año después, Guesalaga se desplazó de nuevo al país suramericano y permaneció allí un mes, algunos de cuyos días estuvo en una zona de la selva para «ayudar a los ‘amigos de la selva’ (las FARC) instruyéndoles en sistemas de radio, bajo la tutela organizativa» de Cubillas, que le ayudó con los gastos y desplazamientos.
En ese auto, el juez también procesó a los terroristas José Lorenzo Ayestarán y José Ignacio Olaskoaga por un delito de tenencia explosivos en colaboración con organización terrorista, así como a Guesalaga y a Iurgi Mendinueta por colaboración terrorista, y dictó órdenes internacionales de detención y decretó el ingreso en prisión de los siete procesados.