Aunque somos vecinos de Portugal y nos consideramos relativamente cercanos geográfica y culturalmente a Italia, existen diferencias entre nosotros a la hora de elegir cuáles son nuestros confidentes favoritos para hablar de sexo. Control, especialista en la fabricación de preservativos, ha desarrollado un estudio con cerca de 3000 personas, que revela con quién preferimos conversar sobre sexo, destacando el uso de diferentes tonos y lenguajes, según el interlocutor y el lugar en el que nos encontremos.
Si en algo estamos de acuerdo los españoles es en elegir bien a la persona con quien charlar sobre sexo. El estudio revela que principalmente hablamos de sexo con nuestra pareja, ya que es la otra parte implicada en la relación. Con ella mantenemos conversaciones íntimas destinadas a descubrir los gustos del otro y a confesar los nuestros. Hablar de sexo con la pareja nos sirven para mejorar e innovar en diferentes aspectos de la relación. Además, el sexo se perfila como una pieza importante en la comunicación entre ambos.
Mientras tanto, italianos y portugueses manifiestan que los amigos es el primer grupo que goza de su confianza para hablar de esta cuestión. Los jóvenes italianos de entre 14 y 18 años aseguran hablar de sexo con sus amigos en tono de confidencia, con el fin de comparar y contrastar experiencias. Normalmente suelen hacerlo a través del teléfono o en el instituto. Sin embargo, los jóvenes italianos más maduros, de entre 30 y 40 años, afirman que las conversaciones de sexo con sus amigos se mantienen por puro “cotilleo y diversión”.
Por su parte, los portugueses más jóvenes prefieren contar sus experiencias personales a sus amigos en el ámbito escolar. Las chicas eligen compartir sus impresiones con amigas cercanas, mientras los chicos cuentan abiertamente sus experiencias en el grupo de colegas para presumir más que por buscar una opinión o ayuda en cualquier aspecto.
Al igual que los españoles, las charlas de sexo de italianos y portugueses entre amigos discurren en tono familiar y con vocabulario y expresiones muy coloquiales. Según el estudio, el mito de “Don Juan” sigue vivo para el género masculino: contar la experiencia es la mejor parte de la aventura.
Si en algo estamos de acuerdo españoles, italianos y portugueses es que con familiares directos como padres o hermanos, las conversaciones se vuelven ocasionales. Solamente tienen lugar en entornos de gran cercanía familiar y en hogares donde el sexo no es un tema tabú. Aún así, los encuestados en los tres países reconocen que prefieren mantener estas conversaciones con familiares del mismo sexo, es decir, las chicas con sus madres y los hijos con sus padres. En Italia, destaca el dato que afirma que las charlas sobre sexo entre chicos jóvenes y sus hermanos son frecuentes. Por su parte, las portuguesas son las que más hablan de sexo con familiares cercanos. El estudio añade que en el ámbito familiar, se utiliza un lenguaje cuidado y los detalles se pasan por alto.
Las conversaciones sobre sexo son una parte muy importante en la educación sexual, sobretodo en adolescentes, ya que les permite conocer las diferentes vías anticonceptivas que existen para evitar contagios de enfermedades venéreas o embarazos no deseados.
En este sentido, el estudio refleja que el uso del preservativo varía de un país a otro. En Italia, los condones son usados por un 84% de la muestra seleccionada, seguido de los españoles donde un 76% afirma utilizar este método anticonceptivo. Por su parte, un 60% de los portugueses sostiene usar el preservativo en sus relaciones íntimas.
En cuanto a la tipología de los preservativos utilizados, los más jóvenes de edad utilizan sobre todos condones básicos que no ofrecen valores adicionales, y además, aseguran elegir éstos por “ser más baratos”.
Por el contrario, los consumidores de preservativos más adultos (en los tres países), incorporan el preservativo a sus relaciones como un elemento que incrementa el placer y la diversión. Buscan nuevas sensaciones o experiencias a través de sus texturas, olores, tacto, colores o sabores, al mismo tiempo que se protegen.
A la hora de describir cómo sería el condón ideal, los tres países están de acuerdo en que el preservativo perfecto debe ser fácil de poner y muy, muy fino. Si bien es cierto que para el 30% de los españoles encuestados es muy importante que los preservativos estén muy bien lubricados, para el 36,5% de los portugueses y el 34% de los italianos, otro de los factores a destacar es que no produzca alergia.
En cuanto a las diferencias de género, los hombres hacen más hincapié en la comodidad de un condón extrafino y adaptable, coincidiendo todos ellos en su gusto por el factor retardante, característica a la que han aludido el 23,5% de los españoles.
Por su parte, las mujeres orientan sus preferencias hacia el placer personal, destacando las características lúdicas de los preservativos como colores, sabores o texturas. Ambos sexos coinciden en la importancia de la seguridad y la protección, y en la comodidad que aporta una fácil apertura del envoltorio y una sencilla forma de colocarlo.