Durante los últimos días hemos leído en algunos periódicos de prestigio diferentes análisis que concluían que la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aumentaba su cuota de poder en la lista al Ayuntamiento de Madrid. Pues no. No parece tan claro que sea así.
En al menos dos medios de comunicación se menciona a Carmen Rodríguez Flores como mujer cercana a Aguirre, que pasa de ser diputada en la Asamblea de Madrid a ir en la lista del PP al Palacio de Cibeles. La lectura –errónea- que se hace es que por llegar del parlamento regional se trata de una cuña que coloca la presidenta en la candidatura de Ruiz-Gallardón, como hizo con Concepción Dancausa y otros. Nada más lejos de la realidad.
Las cuentas que algunos hacen, que de los 34 futuribles concejales que saque el PP, 18 son de Aguirre y 16 de Gallardón, no ofrecen un resultado tan claro. Dentro del partido, desde luego, tienen otros números.
Tampoco se trata de cuantificar quienes están en un bando o quienes están en otro, pero lo que si parece cierto es que Carmen Rodríguez Flores, entre otros, no está en ninguno y siempre ha sido fiel a las siglas del PP. Se trata de una mujer de partido y no de bandos, y su inclusión en la lista del Ayuntamiento de Madrid, según ha podido saber Estrella Digital, podría ser una exigencia de Génova por su demostrado prestigio personal y político y, por qué no, un posicionamiento claro ante la decisión de Esperanza Aguirre de prescindir de ella en la Asamblea.
No conviene olvidar un dato muy importante en este asunto. La diputada estuvo presuntamente espiada por el aparato de la Puerta del Sol junto con Manuel Cobo y Alfredo Prada, entre otros. De hecho, Rodríguez Flores pidió el amparo a Esperanza Aguirre en febrero de 2009 cuando se conocieron los tejemanejes que, supuestamente, se encargaban desde el gobierno de Madrid. Ella, simplemente, pidió explicaciones y el amparo se perdió en el camino.
De modo que no está tan claro que Aguirre haya ganado la batalla del Ayuntamiento de Madrid a Gallardón.