El juez Baltasar Garzón ha considerado este martes que la decisión del Tribunal Supremo de sentarle en el banquillo por autorizar la práctica de escuchas en prisión a los imputados por la trama Gürtel es «no sólo precipitada» sino además «falta de fundamento» y ha recordado al magistrado instructor de la causa, Alberto Jorge Berreiro, que en un auto no valen «grandes palabras y afirmaciones» cuando éstas están «huecas».
En este sentido, el magistrado ha mostrado su deseo de que el juicio se celebre «ya» para poder aportar todas aquellas pruebas que le han sido denegadas durante la instrucción del caso y se ha mostrado confiado en poder demostrar su inocencia ya que hasta ahora ha sido «el tiempo de las acusaciones».
Preguntado por la paradoja de que vaya a ser juzgado antes que los acusados en Gürtel ha dicho que «todos somos iguales ante la ley» y que él aspira también a ser «igual». «Este procedimiento sigue su curso, quizá no debería ser como está siendo pero es una realidad, y por tanto no seré yo quien se escude en que otro proceso está yendo más lento».
«El principio de presunción de inocencia afecta a unos y a otros. Yo lo único que quiero y deseo es un juicio justo, ya que no he tenido oportunidad de aportar una sola prueba, y que la Sala de lo Penal (del TS) resuelva los recursos de apelación que creo que tienen bastante fundamento, y que se conozca realmente lo que ha sucedido, que desde luego no tiene nada que ver con lo que se está escribiendo», ha mantenido en declaraciones a los periodistas en Granada, adonde ha acudido para participar en la conferencia-coloquio ‘Derechos Humanos y Jurisdicción Universal’.
Garzón ha reiterado que las decisiones que adoptó durante la instrucción del caso Gürtel «fueron de acuerdo a la Ley, con una interpretación de la Ley pero desde luego sin ningún tipo de posibilidad de que se pueda calificar como delito». «El juez instructor y el Supremo han decidido que esto se debata en el juicio, puesto cuanto antes mejor, para que quede clarificado cómo el juez instructor, en este caso yo, lo que hizo fue investigar una trama muy poderosa con arreglo a la ley y con cumplimiento de todos y cada uno de los principios que se le exigen al juez», ha asegurado.
Por eso lo que desea, ha afirmado, es que al que se enfrenta sea un «proceso justo», y ha considerado que «hasta el momento los principios que lo rigen en este caso no han sido respetados». De hecho, ha recordado que aún no se han resuelto ni un sólo recurso de apelación de los que se han tramitado y a su defensa se le han denegado prácticamente todas las pruebas aportadas.
Garzón, que ha reiterado que las escuchas se ordenaron «absolutamente» en base a la Ley, se ha quejado de que el instructor no le haya permitido presentarlas como prueba, cuando son «el objeto del procedimiento, y donde radica la posibilidad de defensa». Además, ha dicho, «se tomaron con todas las garantías». «Decir o calificar como coletilla la cláusula de salvaguarda del principio del derecho de defensa es cuando menos un atrevimiento», ha valorado el juez, que ha dicho además que las observaciones que se hicieron en la prisión «no tienen nada que ver con las diligencias» que se practicaron. «Lo digo ahora y lo diré el día del juicio. Pretender vincular ese aspecto con otras pruebas es un atrevimiento que no responde a la realidad», ha indicado.
El juez, que no ha querido entrar a valorar si está siendo sometido a «acoso», ha mostrado su deseo de ser juzgado y se ha referido a la posibilidad de que se le duplique la suspensión. «Quiero que me juzguen ya. Llevo un año casi suspendido y previsiblemente se me va a duplicar la suspensión en este caso preventiva. Lo que quiero es que se me juzgue ya, porque llega un momento en que hay que reclamarlo para tomar decisiones que sean de futuro», ha incidido.