El empleo ha sido el tema estrella en el debate televisado entre los candidatos de PP, PSOE e IU a la Alcaldía de Madrid, en el que se han cruzado múltiples pactos de trabajo en común para la próxima legislatura. El alcalde de Madrid y candidato a la reelección, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha reservado para el cierre del debate su principal compromiso electoral, la creación de 150.000 puestos de trabajo en cuatro años, para lo cual ha dicho que necesita la colaboración del resto de partidos y de los agentes sociales.
Por su parte, el candidato socialista, Jaime Lissavetzky, ha ofrecido en su turno inicial «colaboración y diálogo, un Pacto por la Villa, por Madrid» a sus dos adversarios. El candidato de IU, Ángel Pérez, ha dicho que le parece bien que Ruiz-Gallardón se ocupe primordialmente del empleo pero ha acusado con humor al alcalde de utilizar el empleo para jugar al parchís «justamente al revés que todos los demás», porque «primero cuenta y luego tira los dados, pero es al revés, primero hay que jugar, hay que tirar los dados y luego se cuenta».
Pérez ha pedido además un «pacto por Madrid» para que todos los candidatos digan «lo mismo aquí que en la Asamblea» cuando se debata el modelo territorial. Otro asunto sobre el que ha habido ofertas de acuerdo ha sido la modificación de la circulación en la Gran Vía, para la que Lissavetzky ha propuesto reducir en un carril de subida y otro de bajada de esta arteria e incorporar un carril bici.
Al respecto, el candidato del PP se ha mostrado dispuesto a estudiar la propuesta aunque ha afirmado que su plan establecer un carril bici en los bulevares «es más razonable». «No diga más falacias y no se invente datos», ha exigido Lissavetzky a Gallardón al hablar de la reforma del Palacio de Cibeles, para el que propone convertirlo en un Museo de Ciencia, Tecnología e Innovación, ya que pretende devolver la Alcaldía a la plaza de la Villa.
Cruce de acusaciones
Gallardón ha acusado a Lissavetzky, que se había declarado en contra de la reforma «la haya propuesto Trinidad Jiménez o usted», de «falta de elegancia» por «desautorizar» a la actual ministra de Exteriores «en un momento en que ella ha salido derrotada electoralmente porque perdió las primarias frente a Tomás Gómez».
Asimismo, ante las continuas referencias del candidato socialista a las obras pagadas en Madrid por los fondos estatales, Ruiz-Gallardón le ha replicado: «las obras del Plan E las pagamos los madrileños con nuestros impuestos, las de Madrid y una parte de las de Sevilla y de las de Granada». En las intervenciones finales, Ruiz-Gallardón ha pedido el voto a los madrileños para continuar el trabajo de estos ocho años; Lissavetzky lo ha pedido para ser «sólo» alcalde de Madrid y «para que todos los barrios sean visibles» y Pérez para «cambiar las políticas» y «no sólo los gobiernos».
Redacción